Casi el 60% de los zulianos experimenta sentimientos de tristeza y/o desesperanza de manera frecuente
La Fundación Rehabilitarte determinó en su boletín “¿Cómo Está la Salud Mental en el Zulia?” que el 59,49% de los encuestados, en su mayoría zulianos, experimenta sentimientos de tristeza y/o desesperanza de forma frecuente, especialmente en el caso de los adultos jóvenes.
A través de dicho boletín se conoció la salud mental en la región a través de tres aspectos: calidad de vida de los habitantes, accesibilidad a los psicofármacos y atención en instituciones públicas.
Mediante una encuesta sobre la calidad de vida actual, se conoció que el 46,43% de los participantes aseguró que no puede con las demandas de la vida diaria. Mientras que el 14,40% expresó que no disfruta en lo absoluto su vida.
Cabe destacar que la percepción del zuliano sobre su calidad de vida no beneficia su bienestar ni su salud mental, asimismo, los encuestados presentaron posibles síntomas de estados depresivos. En este sentido, el 51% de los encuestados experimentó de manera frecuente una sensación de intranquilidad, lo cual se asocia con síntomas de ansiedad.
En cuanto a los servicios sanitarios, el 80,35% no está satisfecho con el acceso que tiene a los mismos, entre ellos los hospitales y/o servicios de salud pública. La pandemia también afectó considerablemente, con un 43,61% afirmando que su calidad de vida desmejoró desde que empezó la cuarentena por la COVID-19.
Los psicofármacos aumentan y desaparecen
A través de nuestro monitoreo ¿En Cuánto el Récipe? observamos que los medicamentos psiquiátricos aumentaron su valor casi 300% entre septiembre del 2020 y febrero del 2021. Dicha iniciativa abarca entre 19 y 21 farmacias de la capital zuliana.
Asimismo, se registró que entre agosto del 2020 y febrero del 2021 hubo una escasez de psicofármacos mayor al 60% en promedio. Noviembre registró la mayor carestía, con un índice del 75.1%. Los medicamentos estimulantes lideraron con un 100% de escasez durante seis de los siete meses monitoreados.
Es importante mencionar que la accesibilidad al derecho de la salud no solo depende de una atención médica. La posibilidad de adquirir los medicamentos necesarios para el tratamiento también forma parte de dicho derecho.
Por ende, exhortamos al Estado y a las agencias de ayuda humanitaria a promover la accesibilidad de los zulianos a los psicofármacos.
Las instituciones tampoco garantizan totalmente el tratamiento
En cuanto a los servicios de salud mental en las instituciones públicas, se conoció que las mismas no garantizan totalmente el acceso a tratamientos farmacológicos, dejando a quienes los requieren expuestos a los altos costos y la escasez de los psicofármacos.
Asimismo, se diagnosticó la carencia de psico-educación por parte de estos entes hacia la comunidad. Especialmente durante la pandemia, es indispensable informar al respecto para prevenir y afrontar efectos en la salud mental como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Además, recomendamos mantener un discurso de carácter informativo cuando de salud se trata. La desinformación o parcialización llevan al manejo inadecuado de la incertidumbre y/o estrés que ocurre en las situaciones de emergencia.
Esto conlleva a que las unidades de salud mental también se conviertan en servicios priorizados para la población. En comparación con el 2020, dichos servicios ya se han reactivado, sin embargo, las restricciones de la pandemia siguen dejando a una gran cantidad de personas sin acceso a estos especialistas.
Por ello, establecemos que la salud mental en la región presenta un estado de alarma. Se evidencia con ciudadanos que se percibe con bajos niveles de energía y una capacidad limitada para realizar las actividades de la vida diaria, sumado a los servicios de atención en salud mental en restricciones por la pandemia, y la poca garantía de los tratamientos médicos.