Un atentado en la ciudad de Quetta, en la provincia de Baluchistán, en donde un terrorista detonó explosivos cerca de un colegio electoral, dejando 31 personas víctimas ha ensombrecido el proceso electoral en la nación.
Este es uno de los tantos atentados que han teñido los días previos a las elecciones, el segundo con más fallecidos, luego del ocurrido el pasado 13 de julio en donde murieron más de 150 personas siendo uno de los más sangrientos en la historia de Pakistán.
Este proceso es inédito para Pakistán ya que terminaría con el mandato del actual Gobierno y da paso a un nuevo mandato, tras haber sido gobernado por dictaduras militares la mitad de su historia.