La antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y varios de sus líderes fueron condenados a pagar 36 millones de dólares por el secuestro de la senadora colombiana Ingrid Betancourt, quien estuvo seis años y medio privada de su libertad en la selva.
La sentencia, que fue dictada por el juez Matthew Bran de la corte federal de Pensilvania el pasado 4 de enero, condena a las FARC a pagar 12 millones de dólares por compensación de daños al hijo de Betancourt, Lawrence Delloye, quien presentó la demanda en junio de 2018, por ser adolescente cuando su madre fue secuestrada.
Los gastos de los abogados se suman a esos 12 millones de dólares, lo que aumentaría la cifra a más de 36 millones de dólares, según reveló la firma estadounidense Scarinci Holle, el grupo de abogados encargado de la acusación.
Lawrence Delloye, quien pudo llevar el caso ante la Justicia estadounidense por haber nacido en San Bernardino (California) en 1988, aseguró que las FARC y sus miembros lo llevaron a sufrir daños asociados con la separación de su madre, y a padecer estrés emocional al no saber si su madre estaba muerta o viva, o si volvería a reunirse con ella.
«Aunque ninguna suma de dinero puede reemplazar el tiempo que Lawrence Delloye perdió sin su madre ni sanar el trauma sufrido a manos de las FARC, estamos orgullosos de haber podido lograr algún tipo de justicia», expresó Robert Levy, abogado de Scarinci Hollenbeck en un comunicado.
El juez apunta en sus sentencia que de los 15 líderes de las FARC acusados, solo Juan José Martínez Vega, respondió a las acusaciones, mientras que el resto no ha aparecido ante el tribunal en los últimos tres años y medio,
Con información de Infobae.