El congresista y presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Gregory Meeks, se pronunció este miércoles en torno a la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) por la legítima Asamblea Nacional de Venezuela.
«Si bien la nueva formación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela está lejos de ser perfecta, creo que el acuerdo de ayer entre los representantes de la oposición y el gobierno de Maduro marca un paso importante hacia unas elecciones libres y justas en el país», dijo el representante diplomático a través de un comunicado.
Ante ello instó «encarecidamente» al gobierno de del presidente Joe Biden a reconocer al nuevo CNE y aumentar el compromiso con el régimen de Maduro, representantes de la oposición y miembros de la sociedad civil que intervinieron en la configuración de un acuerdo.
“Este nuevo CNE tendrá un mandato de siete años para organizar y supervisar todo el proceso electoral en Venezuela. Esta es la primera vez desde 2006 que el CNE contará con dos rectores de la oposición, Enrique Márquez y Roberto Picón, ambos con una importante experiencia política y técnica», comentó Meeks.
Asimismo, asegura que si bien este nuevo CNE «no es una panacea», cree que jugará un papel crucial para abrir la puerta a oportunidades para profundizar las discusiones sobre otras condiciones electorales vitales.
“El anuncio de la nueva CNE también llega inmediatamente después de otros acontecimientos importantes en Venezuela. El acuerdo del gobierno de Maduro con el Programa Mundial de Alimentos, la colaboración continua con la oposición en el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud y la decisión de trasladar a seis ejecutivos de CITGO encarcelados a arresto domiciliario son importantes gestos de buena voluntad que el gobierno de Estados Unidos debe reconocer».
Además, manifestó su preocupación por las violaciones de derechos humanos cometidas por la dictadura de Maduro y reconoció que «el camino de regreso a la democracia es complicado», pero insiste en que el gobierno de Biden debe enviar señales claras a Caracas para que reconozcan estos gestos positivos e incentiven un mayor avance hacia democracia.
«Mientras trabajamos hacia un camino sostenible e inclusivo hacia elecciones libres y justas, continuaré pidiendo al gobierno de Maduro que libere a los presos políticos, permita la plena participación de las figuras de la oposición y ponga fin de inmediato a toda represión de la sociedad civil, la prensa y organizaciones humanitarias», aseveró.
Por último, estableció su compromiso en cuanto a la exploración de soluciones multilaterales y trabajar con «sus socios» en la comunidad internacional para encontrar puntos en común y ayudar a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano.