Tras superar sus diferencias y llegar a un acuerdo con respecto a los créditos otorgados por la Reserva Federal, los congresistas de Estados Unidos aprobaron un paquete de ayuda que brindará oxígeno a las escuelas, empresas y, sobre todo, a las familias golpeadas por la pandemia de la Covid-19.
Se trata de 900.000 millones de dólares que se distribuirán a través del pago directo de 600 dólares a los estadounidenses que perciban menos de 75.000 dólares al año. También se otorgarán 300 dólares a los ciudadanos que hayan perdido sus empleos, a raíz del parón económico al que ha obligado el brote de SARS-CoV-2.
Del mismo modo, el plan incluye 325.000 millones de dólares para la asistencia a las empresas, 45.000 millones para el rescate a los sistemas de transporte público, 82.000 millones para escuelas, 20.000 millones para la distribución de vacunas contra el coronavirus y 13.000 millones para cupones de comida.
Los 900.000 millones de dólares están incluidos dentro de la ley de gastos que ha permitido la liberación de 2.3 billones de dólares. Esos fondos permitirán financiar al Gobierno federal, a sus agencias y oficinas, hasta septiembre de 2021. El presupuesto fue aprobado este lunes por demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado.