La convocatoria de Estados Unidos para este sábado dio como resultado que nueve países aprobaran discutir la situación que vive Venezuela, el respaldo a Juan Guaidó como presidente (e) y el proceso de transición.
“Ahora es el momento para que cada nación elija de qué lado está. No más atrasos, no más juegos. O se está con las fuerzas de la libertad o en la liga de Maduro y su caos (…) llegó la hora de apoyar al pueblo venezolano, reconocer al nuevo gobierno liderado por el presidente interino Guaidó y terminar con esta pesadilla. No hay excusas” dijo el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.
Rusia, el aliado más firme de la dictadura venezolana en la ONU, quiso imponerse y evitar el desarrollo de la sesión, pero solo China, Sudáfrica y Guinea Ecuatorial, lo secundaron.
“Venezuela no supone una amenaza para la paz y la seguridad. En algún caso lo que representa una amenaza para la paz (…) es el intento de Washington de orquestar un golpe de Estado (…) hay una injerencia flagrante” de Estados Unidos en Venezuela, y añade el representante de Rusia, Vassily Nebenzia, que “Estados Unidos no ha cambiado en nada su forma de ver a América Latina, su zona de interés exclusiva, el patio trasero donde pueden hacer lo que les dé la gana”.