Credit Suisse puntualizó que «rechaza enérgicamente» las acusaciones de supuestas infracciones después de que decenas de medios de comunicación publicaran los resultados de investigaciones coordinadas, al estilo de los Papeles de Panamá, sobre una filtración de datos de miles de cuentas en la entidad en décadas anteriores.
Una persona filtró la información sobre las cuentas, que van desde la década de 1940 hasta la de 2010, al diario alemán Sueddeutsche Zeitung, que la compartió con el Organized Crime and Corruption Reporting Project (Proyecto de información sobre la delincuencia organizada y la corrupción) y otras 46 organizaciones de noticias, entre ellas el New York Times, el británico The Guardian y el francés Le Monde.
Las acusaciones de los artículos de los medios de comunicación afirmaban que el banco tenía entre sus clientes a violadores de derechos humanos y a empresarios sometidos a sanciones.
«Credit Suisse rechaza enérgicamente las acusaciones e insinuaciones sobre las supuestas prácticas comerciales del banco», dijo Credit Suisse en un comunicado emitido en respuesta a las informaciones del consorcio.
«Los asuntos presentados son predominantemente históricos (…) y los relatos de estos asuntos se basan en información parcial, inexacta o selectiva sacada de contexto, lo que da lugar a interpretaciones tendenciosas de la conducta empresarial del banco».
El banco dijo que había recibido «numerosas consultas» del consorcio en las últimas tres semanas y revisó muchas de las cuentas en cuestión.
«Aproximadamente el 90% de las cuentas revisadas están hoy cerradas o estaban en proceso de cierre antes de recibir las consultas de la prensa, de las cuales más del 60% fueron cerradas antes de 2015», dijo.
«De las cuentas activas restantes, nos sentimos cómodos en el sentido que se han tomado las debidas diligencias, revisiones y otras medidas relacionadas con el control de acuerdo con nuestro marco actual. Seguiremos analizando los asuntos y tomando medidas adicionales si es necesario».
Reuters