Desde el Congreso de Argentina, la vicepresidente Cristina Kirchner estaría descargando su discurso tras el pedido de condena de los fiscales de la Causa Vialidad, que pidieron 12 años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos.
En este sentido, empezó arremetiendo contra un posible «guión» de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, agregando que había pedido las «audiencias sean televisadas y no me lo permitieron».
“El juicio comienza con esta construcción, con esta ficción de rutas no hechas, sobreprecios. No eran acusaciones, era un guión, falso y bastante malo”, atacó Cristina Kirchner a los fiscales Luciani y Mola.
Añadió que «la sentencia ya estaba escrita» y que el proceso judicial por el caso Vialidad es cuestionable, mostrando notas periodísticas y expedientes judiciales.
Respecto a las obras públicas, confrontó a las autoridades de la Fiscalía por la redeterminación de precios de las obras que se le adjudicaron a Lázaro Báez en Santa Cruz..
“Hay un decreto de la época de Duhalde, no del kirchnerismo que así lo preveía. Es el decreto 1295 y como ley esto no puede ser ignorado (…) Nadie sabe de dónde sacaron esas cifras. Hay testigos que dicen que no hubo sobreprecios″, argumentó.
La segunda del gobierno argentino también apuntó en contra de Javier Iguacel y el interventor de Vialidad en Santa Cruz, Leandro Martín García, de quien leyó su declaración en el juicio.
«Habían muchas noticias en los medios, pero no encontré ninguna situación anómala (…) Lo que hicieron con Iguacel fueron quitarle todas las concesiones y las obras quedaron paralizadas», sostuvo.
Aprovechó la oportunidad para atacar a medios de comunicación argentinos como La Nación y El Clarín. «Son las naves insignias del lawfare”, dijo.
Siguiendo está línea de ideas, habló sobre la situación de Fabián Rodríguez Simón, un exasesor de Mauricio Macri que está en Uruguay y afronta un pedido de captura internacional en el marco de una causa en la que se lo investiga por la extorsión a los dueños del Grupo Indalo durante el gobierno de Cambiemos.
«Comenzaron a aparecer lo que habían hecho en materia judicial el macrismo, desde enterarnos de que el jefe o uno de lo jefes de la mesa judicial, Fabián Rodríguez Simón, que sigue prófugo, fue el que extorsionó a Alejandra Gil, procuradora fiscal de la nación, votada con votos que exigen la constitución, con amenazas hacia su hijas para que renunciara», comentó.
«Ustedes, huyen. Nosotros, cuando nos persiguen, nos quedamos acá, en la Argentina»
¿Qué hay con las conversaciones de Whatsapp?
Kirchner se defendió del intercambio de chats que se desprenden del teléfono secuestrado al exsecretario de Obra Pública, José López, alegando que no posee chats con nadie y calificó de «horrible» el episodio en que López fue capturado con millones de dólares y armas .
«Van al juicio del episodio de José López que revolvió nueve millones de dólares en un convento en Luján y fue enjuiciado por enriquecimiento ilícito, un juicio oral. Entonces, traen el teléfono que había sido secuestrado que aquella oportunidad, y extraen donde no hay absolutamente ningún WhatsApp, yo no tengo WhatsApp con nadie, tengo es Telegram, únicamente con pocas personas, pero se empieza a correr que hay cosas que me incriminan», declaró.
“La que se siente una boluda, soy yo”
Cristina Kirchner mostró los chats de José López y mostró intercambios entre el exsecretario de Obras Públicas y Nicolás Caputo, el empresario y “amigo de la vida” de Mauricio Macri.
Leyó Cristina el chat de Caputo al colabor de López, Amilcar Fredes: “No decile que hablen con Flavio y Rodney. Ellos lo saben bien. Que no se hagan los bolu”. Agregó ella: “Debe ser de boludos. En realidad, la que me siento muy boluda soy yo”.
“Se juntaron a comer, pero la jefa de la asociación ilícita soy yo”, dijo Cristina Kirchner, en su señalamiento contra Nicolás Caputo y otras empresas contratistas que también intercambiaron mensajes con José López, el exsecretario de Obras Públicas. “Hay un tema de familiaridad que lo van a ver solo con Niky Caputo y Eduardo Gutiérrez [empresario del grupo Farallón]. Nos les llamó la atención a los fiscales y a los jueces del tribunal”, planteó la vicepresidenta.
El último registro de chats entre López y Caputo habría sido el 13 de agosto de 2015, un día antes de las PASO que ganó Mauricio Macri y quedó como candidato presidencial de Cambiemos, según lo que exhibió Cristina Kirchner en su presentación.
“La cotidianidad de las comunicaciones da una relación que me llama la atención que, con los criterios y los códigos que Luciani y Mola han examinado algunos hechos, no les llame la atención esto. ¿Lo habrá leído? [Luciani] Porque si lo leyó y no lo escandalizo, ojo”, dijo.
Después de haber apuntado contra Nicolás Caputo, la vicepresidenta mencionó al empresario Eduardo Gutiérrez, del grupo Farallón. También surgen de los mensajes una “familiaridad” entre el funcionario a cargo de la obra pública y los empresarios.