Cuatro ministros del Gobierno de Ecuador renunciaron en las últimas 48 horas cuando el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, está a punto de cumplir su primer año de mandato, lo que desde la Secretaría de Comunicación de la Presidencia es atribuido a una renovación previamente planeada.
Entre los ministros renunciantes están los titulares de las carteras de Defensa, Luis Hernández; de Energía y Minas, Juan Carlos Bermeo, y de Agricultura, Pedro Álava, además de la secretaría de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez, que es la única que ha manifestado diferencias con el jefe de Estado.
Después de que se conocieran las renuncias, la Secretaría de Comunicación afirmó en un comunicado que estas habían sido solicitadas previamente por Lasso, dentro de “una evaluación de todo su gabinete”.
El primero en dimitir fue Hernández, quien lo hizo el martes y rápidamente fue reemplazado por el general en situación de retiro Luis Lara, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
La salida de Hernández se produjo después del escándalo surgido al descubrirse que el cabecilla de una presunta red de captación ilegal de dinero había ingresado varias veces a las instalaciones del ministerio.
Las investigaciones apuntan a que varios militares y oficiales eran clientes de esta persona, de nombre Miguel Ángel Nazareno, aunque más conocido como ‘Don Naza’, que escapó de un operativo policial que pretendía detenerlo y días después apareció muerto cerca de una carretera.
A Hernández le siguió Bermeo, quien en su carta de dimisión manifestaba sentir que ha concluido un ciclo “al frente de tan compleja cartera”, donde considera que se ha puesto como prioridades de la gestión de esta cartera a la seguridad jurídica, la eficiencia y el fomento y atracción de inversiones.
Bermeo agradeció a Lasso su confianza para asumir esa cartera, clave dentro de la política del presidente, que se fijó como meta de su mandato presidencial duplicar la producción petrolera del país y alcanzar para 2023 el millón de barriles de crudo al día.
No obstante, la meta petrolera de Lasso se ha visto complicada después de que la oposición tumbase y archivase en la Asamblea Nacional (Parlamento) la Ley de Inversiones, el proyecto legislativo insignia del mandatario con el que prometía atraer 30.000 millones de dólares en inversiones y crear dos millones de empleos.
Después fue el turno de Álava, quien en una carta escueta comunicó a Lasso su “renuncia irrevocable”, le agradeció la confianza depositada y le deseó “prosperidad y bonanza’’.
La renuncia de Ordóñez, por su parte, se produjo después de que la secretaría de Derechos Humanos manifestara diferencias respecto al presidente por la represión ejercida por la Policía contra las marchas feministas del 8 de marzo, tanto en Quito como Guayaquil.
“Esta decisión es motivada por la nueva visión planteada por el Gobierno nacional, la cual dista del objetivo inicial de construir un país de oportunidades y de encontrar los derechos”, manifestó Ordóñez en su pronunciamiento público.
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