os mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá se reunirán este martes para impulsar la competitividad, la lucha contra el cambio climático y la cooperación en seguridad, bajo la sombra de sus diferendos comerciales.
Los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau se encontrarán hacia el mediodía en el palacio presidencial en Ciudad de México, en el marco de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte.
Buscarán avanzar en la integración económica, en particular el fortalecimiento de las cadenas de suministro, bajo lo que Washington llama «una visión más amplia de América del Norte, con altos estándares laborales y ambientales».
Profundizar la relación con Occidente «incluye fortalecer nuestra cadena de suministro para hacer que el hemisferio sea más competitivo», destacó Biden durante una reunión el lunes con López Obrador.
Biden y Trudeau también sostendrán un encuentro bilateral este martes.
El primer ministro canadiense, tras reunirse el lunes con empresarios, recordó en un mensaje que su gobierno y el de México trabajaron arduamente para mantener el tratado regional ante los amagos del expresidente Donald Trump (2017-2021) de retirar a Estados Unidos.
«Sabemos que hay mucho trabajo por hacer, que siempre tenemos que estar en guardia ante las fuerzas políticas que van y vienen y ejercen presión, pero puedo decirles (…) que tenemos tantas oportunidades», dijo Trudeau.
Los tres países -cuyas economías aportan 28% del PIB global- apuestan por fortalecer el T-MEC, su renegociado acuerdo de libre comercio, que les reporta amplios dividendos: el intercambio alcanzó los tres millones de dólares por minuto entre enero y octubre pasado.
Eso los ha convertido en un bloque económico 50% y 55% mayor, respectivamente, que China y la Unión Europea, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
– Oportunidades –
Los tres líderes se reúnen en un contexto geopolítico complejo, que paradójicamente puede detonar una mayor competitividad en la región.
En ese escenario se entrecruzan «la invasión de Rusia a Ucrania y la subsecuente crisis energética en Europa, la política de cero covid en China, así como la tendencia hacia la regionalización de las cadenas de valor», señala el IMCO.
En concreto, los tres líderes apuestan a la fabricación de los vitales semiconductores con los que Washington quiere disminuir su dependencia de Asia, y las energías limpias.
Biden firmó en agosto una ley para impulsar el desarrollo y la producción de semiconductores en Estados Unidos mediante subvenciones, investigación y desarrollo por unos 52.000 millones de dólares, ante el temor de que China se convierta en la potencia del sector.
México anunció luego su intención de sumarse al plan, para el cual dispone de reservas de litio, ahora nacionalizadas, pero cuyo tamaño se desconoce.
Las inversiones en este ámbito abarcarán la frontera.
México quiere convertir esa región en un polo de desarrollo con el Plan Sonora, que incluye la explotación de litio -clave para el desarrollo de nuevas tecnologías y de carros eléctricos-, la producción de esos autos mediante la relocalización de armadoras y la construcción de plantas de energía solar.
Washington ha expresado su apoyo a esa estrategia, que demanda inversiones por 48.000 millones de dólares, como parte de sus esfuerzos contra el cambio climático.
– Nubarrones –
Sobre la Cumbre planean los diferendos entre los tres socios del T-MEC por distintos temas, principalmente por la política energética mexicana, que busca limitar la participación extranjera en el sector.
Washington y Ottawa consideran que las medidas del izquierdista López Obrador favorecen a la estatal Comisión Federal de Electricidad en detrimento de firmas privadas, lo que consideran violaría el tratado.
El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, adelantó que las consultas en el marco del T-MEC «han ayudado a clarificar la naturaleza de las preocupaciones de Estados Unidos y posibles caminos a seguir», antes de escalar el caso.
Previo a la cita, organizaciones empresariales de los tres países pidieron «una rápida resolución» de esas controversias.
Desde que entró en vigor el T-MEC, en julio de 2020, se han registrado 17 disputas comerciales, frente a 77 que hubo durante el acuerdo anterior, el TLCAN (1994-2020).
– Seguridad –
López Obrador ha propuesto ampliar la integración comercial a todo el continente para consolidarlo como «región económica en el mundo», al estilo de la Unión Europea, y hacerle contrapeso a China.
«Las diversas ideas que López Obrador ha planteado antes de la reunión, como extender el T-MEC a América Latina, son bastante vagas y poco prácticas», señaló a la AFP Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.
«Es poco probable que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, muchos de ellos ya con acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, acepten esta propuesta», añadió.
Las crisis migratoria y del fentanilo -droga sintética que trafican cárteles mexicanos y provoca miles de muertes en Estados Unidos- también estarán en la agenda.
AFP