En Alicante, España, la policía desarticuló un red de explotación sexual que utilizaba a venezolanas y colombianas, que eran captabas en sus respectivos países y las explotaba sexualmente en prostíbulos de Murcia y Alicante. La policía pudo liberar a nueve mujeres y detuvo a diecisiete miembros de la banda.
Se repite la historia de otros casos; las mujeres son atraídas por ofertas de trabajo lucrativas como cuidadoras, empleadas del hogar o modelos, generalmente por personas conocidas en sus países de origen, le aseguran que estan todos los gastos pagos y les garantizan documentación. Una vez en España se se dan cuenta que los empleos son otra cosa y las obligan a pagar todo lo que se uso para el viaje y son sometidas a ser trabajadoras sexuales sin quererlo.
Se cree que esta red la encabezan colombianos, entre 18 y 75 años, están imputados bajo los delitos de trata de seres humanos con fin de explotación sexual, favorecimiento de la inmigración clandestina, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.