Se conoció que en la primera reunión entre funcionarios de Estados Unidos (EEUU) y el régimen de Venezuela, hubo pocos avances, de acuerdo a fuentes que conocen sobre este tema, según Reuters.
Al parecer, la delegación norteamericana estuvo encabezada por Juan González -el principal asesor de la Casa Blanca para América Latina- y el embajador James Story, mientras, en el Palacio de Miraflores fueron recibidos por Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez, de acuerdo a personas ligadas a este escenario.
Los altos diplomáticos de EEUU, durante las conversaciones buscaron establecer un acuerdo para que Venezuela celebre elecciones presidenciales libres, del mismo modo, hablaron sobre reformas amplias de la industria petrolera de Venezuela, con miras a facilitar la producción y las exportaciones de empresas extranjeras.
En esta misma línea, persiguieron que la administración oficialista rechazara la invasión rusa a suelo ucraniano, según explicaron personas familiarizadas con este asunto.
Los estadounidenses reiteraron su demanda por la liberación de seis exejecutivos de Citgo encarcelados en Venezuela y otros ciudadanos estadounidenses detenidos, pero no hablaron de ofrecer un canje que involucre al empresario Alex Saab.
Mientras, Maduro exigió que las sanciones sean levantadas por completo, donde se incluyen las que pesan en su contra y otros de sus funcionarios. De igual forma, pidieron que le sea devuelto el control de la filial estadounidense de PDVSA, Citgo Petroleum.
Según el Wall Street Journal, al suavizar las sanciones ahora, EE. UU. redirigiría las exportaciones de petróleo venezolano fuera de una opaca red de exportación con destino a China y regresaría a las refinerías de la Costa del Golfo que procesan el crudo pesado que produce Venezuela, dijeron personas familiarizadas con la administración sobre el asunto.
«El alivio de las sanciones también reemplazaría el suministro de condensado de Irán, un petróleo muy liviano que PDVSA usa para diluir su petróleo extrapesado, con diluyentes suministrados por Occidente como la nafta, según personas familiarizadas con la estrategia de la administración Biden», precisó Reinaldo Quintero, presidente de la asociación que representa a las empresas petroleras venezolanas
Asismismo, estimó que el país podría obtener una producción de hasta 1,2 millones de barriles por día en menos de ocho meses, particularmente si Chevron, el único gran productor de petróleo estadounidense en Venezuela, puede aumentar el bombeo.
El Sr. Quintero, quien con otros representantes de la compañía petrolera venezolana se reunió con funcionarios estadounidenses en Washington en el pasado para discutir el alivio de las sanciones, detalló que han trabajado para convencer “al gobierno estadounidense de que el vacío que dejan en Venezuela será ocupado por otro actor económico.”
Además de sanciones y PDVSA, el régimen solicitó la liberación de Alex Saab quien se encuentra detenido en Estados Unidos por varios delitos.
Lo que también se pudo saber es que, dentro de los enviados por el gobierno de Biden se encuentra “un estadounidense que vive en Colombia, un estadounidense nacido en Cartagena”, el cual es “experto en negociación de rehenes”.
¿Qué sucedió con Juan Guaidó?
De acuerdo al portal español ABC, la Casa Blanca no avisó al gobierno interino de Juan Guaidó sobre el dicho encuentro, hasta el mismo 5 de marzo cuando el diario ‘The New York Times’ reveló el viaje el sábado por la noche.
No obstante, la agencia Reuters informó después que los emisarios estadounidenses salieron de Caracas «sin un acuerdo».
Recientemente, González, que es asesor de Biden para asuntos latinoamericanos, resaltó en una entrevista a Voz de America que «las sanciones sobre Rusia son tan robustas que tendrán impacto sobre aquellos gobiernos que tienen afiliaciones económicas con Rusia y eso es por diseño, o sea que Venezuela va a comenzar a sentir esa presión».
A Biden le preocupa que un embargo total al crudo ruso provoque un alza alarmante en los precios de la gasolina en EE.UU., y ha dicho que busca opciones para mitigar ese impacto. No pocas empresas petroleras y energéticas de EE.UU. se han visto perjudicadas por las sanciones a Venezuela, pues tenían importantes negocios de explotación en ese país. Hay en el Capitolio un grupo de legisladores que se oponen a este tipo de aperturas hacia el régimen chavista, entre ellos el demócrata Bob Menéndez, quien preside la comisión de Exteriores del Senado, y el republicano Marco Rubio.