Ante la 77° Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller del régimen venezolano, Carlos Faria, quien asistió en suplencia de Nicolás Maduro, subrayó que las naciones buscan llamarlos dictadores porque temen a decirle al «mundo la verdad».
«Nos acusan de ser una dictadura y un estado fallido para ocultarle al mundo la verdad», precisó.
Asimismo, resaltó que a pesar de todas las sanciones y estrategias para «desestabilizar» al gabinete chavista, el país va en crecimiento con paz.
«Para mí país, que jamás ha participado en un conflicto internacional, serviremos y buscaremos contribuir con la paz (…) A Venezuela se le han aplicado de todos los manuales para desestabilizarla», dijo.
Respecto al Banco de Inglaterra, Reino Unido, Faria expuso que «31 toneladas de oro en Inglaterra sigues secuestrados» y se refirió a Citgo como «empresa bloqueada».
De este modo, Faria denunció que la tiranía es víctima de crímenes de lesa humanidad tras ser sancionada por Estados Unidos. «En Venezuela se garantiza la justicia social y los derechos de los venezolanos a pesar del secuestro de activos», mencionó.
Por otra parte, el enviado de Maduro alegó que, actualmente, existe una «migración inducida», porque la población ha sido «manipulada»; sin embargo, acotó el que «nada se dice de 60% de la población que emigró y retornó al país».
Sobre la aerolínea de Conviasa, mencionó que gracias a la compañía, «Venezuela se ha convertido en el único país del mundo con políticas de repatriación».
El canciller del chavismo fue en nombre de Maduro y leyó la carta en nombre del dictador ante la ONU.