Este jueves 14 de mayo el diputado Franco Casella, presidente de Subcomisión de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Asamblea Nacional venezolana cumple un año de su exilio forzoso luego de que el TSJ violara la inmunidad parlamentaria de los parlamentarios: Winston Flores, Miguel Pizarro, Carlos Paparoni y de su persona, tras los sucesos del 30 de abril.
“Hace un año, me tocó salir de casa, besar a mi esposa Laura y dar la bendición a mi pequeña Libertad; el objetivo preservar mi vida y evitar ser detenido ya que mi Inmunidad Parlamentaria fue ilegalmente allanada, como consecuencia a tantas denuncias y posiciones firmes en la defensa de los DDHH, ¿salir de mi casa para regresar quién sabe cuándo? Fue la pregunta en los días llenos de incertidumbre y añoranza, episodios difíciles e inciertos, nostalgia de la libertad, espacio de lucha pero ya no al frente, amigos como el gran Pipo (asesinado por el régimen días después) que con un pan canilla demostraban consecuencia y afecto”. Afirmó el diputado visiblemente afectado.
Casella se refugió desde el 14 de mayo de 2019 en la Embajada de México en Caracas lugar donde permaneció durante cuatro meses hasta el 20 de septiembre fecha en la que decidió abandonar la sede diplomática: “entre tantos momentos de soledad sentía el desconsuelo de ver cómo la dictadura detenía, perseguía y asesinaba a mis hermanos, muchas veces la desesperación se apoderaba mi, fue entonces cuando una idea bien pensada durante largos días y noches surgió: Salir arriesgando todo, exilio forzado,a pesar de conocer los esfuerzos de la SRE mexicana en otorgarme asilo y el respectivo salvoconducto, los tiempos se aceleraron y mi deber con Venezuela y mi llamado a servir a la República y al gobierno legítimo encabezado por el señor presidente Juan G. Guaidó M. me impulsaron a avanzar”.
Al salir de la Embajada de México en Venezuela el parlamentario se trasladó a Colombia atravesando 35 puestos de control policiales y militares, incluso uno de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), hasta llegar al aeropuerto internacional El Dorado en la ciudad de Bogotá lo que le permitió viajar hasta España, país donde ahora reside.
Recordemos que Casella desde la subcomisión que preside realizó reiteradas denuncias contra la organización terrorista Hizbulá y contra las guerrillas colombianas con lo que se ganó el asedio del régimen.
Franco Casella espera con ansías el día que pueda regresar a Venezuela sin que esto signifique un riesgo para su vida o la de los suyos, mientras tanto, trabaja con fuerza y pasión desde el exilio por conquistar legítimamente la democracia venezolana: “Hoy desde el exilio forzado te sueño Venezuela, te lloro, me dueles y continuó haciendo cuánto puedo para liberarte, hoy tampoco puedo tener certeza de dónde estaré el próximo año pero si sé que me mantendré de pie, gracias a tantos hermanos que me ayudan, me impulsan y creen en mi, mi oración por aquellos que partieron ofrendando su vida, mi admiración y afecto a quienes están presos, sé que he podido caer junto a ustedes, añoro su libertad sin más y sé que solos no podemos, unidos nada será imposible, nadie merece lo que pasan todos los presos políticos y menos por cumplir su deber.Desde el exilio se vive con culpa por sentir la normalidad, se piensa en la tierra amada y se sufre por ver tanta necesidad y dolor, se sueña con retornar pero se anhela más reconstruir, agota el ejercicio de empatía y se comparte la lucha de sobrevivencia con el tiempo para soñar el día de quiebre que permita regresar” finalizó.