Los presidentes de Ecuador y Colombia, Lenín Moreno e Iván Duque, ratificaron este domingo 10 de enero la cooperación bilateral, así como su apoyo a la defensa de la democracia en la región y rechazaron la situación vivida en Venezuela el proceso fraudulento el pasado 6 de diciembre de 2020, durante un encuentro en la zona fronteriza ecuatoriana de Mataje.
Allí los gobernantes reiteraron su «rechazo a las elecciones parlamentarias, sin garantías democráticas» de diciembre en Venezuela e insistieron sobre el ilegítimo régimen de Nicolás Maduro.
Ecuador y Colombia comparten una frontera de unos 600 km, desde el Pacífico hasta la selva de la Amazonia, en la que operan narcotraficantes, grupos armados ilegales y contrabandistas de armas. Además es paso de inmigrantes como venezolanos. Debido a la pandemia cerraron la frontera terrestre, que deberá abrirse «de manera gradual, coordinada y progresiva», señala la resolución producto de este encuentro binacional.
Asimismo, coincidieron en que es «indeclinable compromiso con la democracia, el estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y la lucha contra la corrupción». Es por ello que, establece la declaración conjunta, manifiestan su rechazo a «las elecciones parlamentarias sin garantías democráticas realizadas el 6 de diciembre de 2020 en Venezuela, por el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, buscando controlar la única institución legítima que sobrevivía en ese país, la Asamblea Nacional, y perpetuarse en el poder».
Duque, aseguró que Bogotá y Quito alertaron en distintos foros multilaterales sobre los «intereses que ha tenido la dictadura de Venezuela de incidir, influenciar en distintos procesos que se llevan a cabo en América Latina». «En este proceso último que vimos en el mes de diciembre, la dictadura quiso callar la única institución democrática que le quedaba a Venezuela y pretendió, con una Asamblea elegida de manera fraudulenta, que ese golpe se consolidara», dijo.
Y recordó que la comunidad internacional «no ha reconocido ese proceso y, por lo tanto, seguiremos en la defensa de la democracia y que se dé una transición, lo más pronto posible, a través de elecciones libres».
En ese sentido, precisó que seguirán denunciando «cualquier interés e intento que tenga esa dictadura de desestabilizar a nuestros países» e indicó que han visto, «cómo claramente esa dictadura tiene una relación de connivencia con los grupos narcoterroristas que operan en nuestro país, pero que también tienen resguardo y protección en territorio venezolanos».
También destacó que «es evidente que muchos de los cabecillas de esas organizaciones terroristas están amparados y protegidos en Venezuela. También sabemos que esas son estructuras de crimen trasnacional», agregó.
Por su parte, el mandatario ecuatoriano, considera que en Venezuela gobierna «ilegal e ilegítimamente un déspota y un grupo de personas desvinculadas completamente con todo el concepto que nosotros tenemos de la ética». A su juicio, esas personas «están ensimismados por la corrupción, por el robo de dinero, por los réditos que rinde el narcotráfico. Ensimismados por el poder».
Por los tanto, consideró que en cuanto al proceso convocado por el régimen de Maduro, 20% del padró electoral es reflejo «de lo deplorable en que se ha convertido el sistema democrático venezolano» y reiteró el apoyo a Juan Guaidó.
Ambos gobernantes coincidieron en la importancia de incrementar la movilización de recursos de cooperación internacional para gestionar de manera segura, ordenada y regular la crisis migratoria proveniente de Venezuela.
Con información de AFP