Al menos por ahora, así lo dijo el Secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, quien descartó, momentáneamente, la posibilidad de que su gobierno cooperará con fuerzas rusas en Siria sobre el tema de los refugiados, tal y como lo había anunciado un vocero de Moscú la pasada semana.
Mike Pompeo, Secretario de Estado de Trump, confirmó que el tema había sido parte de la agenda de la cumbre del pasado 16 de julio, sin dar más detalles, sin embargo funcionarios de Defensa negaron la posibilidad de una cooperación.
Entre las razones destacan, que una decisión como esa requeriría de un permiso especial del Congreso, debido a la Ley que prohíbe la cooperación militar luego de que Rusia anexara Crimea en 2014, además de las fuertes acusaciones que el Pentágono ha hecho contra Rusia por la muerte de cientos de civiles, así como por su contribución a las condiciones que han dado lugar al flujo de refugiados desde Siria.
“No haremos nada hasta que el secretario de Estado (Mike Pompeo) y el presidente resuelvan en qué punto empezaremos a trabajar, junto a nuestros aliados, con Rusia en el futuro”, dijo el representante de Defensa norteamericano durante una conferencia de prensa.