Indignado se declaró este lunes el gobierno de los Estados Unidos tras la condena en Rusia del estadounidense Paul Whelan a 16 años de prisión por espionaje, y exigió su liberación inmediata.
En un comunicado, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, denunció “un proceso secreto, con pruebas secretas, y sin derechos apropiados para la defensa”.
“Tenemos serias razones para creer que el Sr. Whelan ha sido privado de las garantías de un juicio justo, lo que se supone que Rusia debe garantizarle de acuerdo con sus obligaciones internacionales con los derechos humanos”, agregó.