«Las horas pasaban y su familia dejó de recibir noticias, hasta que su esposa recibió una llamada. “Me metieron preso. Es por los tatuajes”. Semanas después, su familia lo vio esposado en imágenes que EE.UU. compartió del primer grupo de migrantes enviados a la base militar de Guantánamo», reveló la agencia EFE.