Un día antes de la investidura como presidente de Estados Unidos de Donald Trump, el venezolano Luis Alberto Castillo tuvo la cita a través de la aplicación CBP One para entrar a Estados Unidos en la frontera con México.
«Las horas pasaban y su familia dejó de recibir noticias, hasta que su esposa recibió una llamada. “Me metieron preso. Es por los tatuajes”. Semanas después, su familia lo vio esposado en imágenes que EE.UU. compartió del primer grupo de migrantes enviados a la base militar de Guantánamo», reveló la agencia EFE.
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Familiares de tres migrantes venezolanos contaron a EFE que no fueron detenidos en las calles, sino que estaban bajo la custodia de centros de detención en Texas desde hace más de cinco meses y niegan que pertenezcan al Tren de Aragua.
«Castillo tiene varios tatuajes, entre ellos una corona en el cuello y el logo de ‘Air Jordan’, símbolos que las autoridades estadounidenses han asociado con el Tren de Aragua. “Dicen que soy del Tren de Aragua (…) aquí todos los venezolanos están por lo mismo”, se le escucha decir en un audio enviado a su esposa», explica EFE.
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