Al menos 23 rebeldes de las disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz fueron abatidos durante una operación militar en la frontera de Colombia con Venezuela, informó el Ministerio de Defensa.
Una fuente de esa cartera confirmó a la AFP que los combatientes resultaron «muertos en desarrollo de operaciones» en el municipio de Puerto Rondón, en el departamento fronterizo de Arauca.
Entre los fallecidos se encuentra alias ‘Arturo, un cabecilla con más de 30 años de militancia en las extintas FARC. Otros cinco guerrilleros están heridos, detalló la misma fuente.
Luego de «traicionar» el acuerdo de paz de 2016, alias ‘Arturo’ «se refugió en Venezuela y desde allí buscó reactivar a estas disidencias para seguir delinquiendo», detalló el ministro de Defensa Diego Molano en una transmisión en vivo por redes sociales.
Su estructura «estaba generando, de este lado de la frontera, asesinatos selectivos afectaciones a los ciudadanos e inclusive un atentado con una bomba que afectó al municipio de Saravena», amplió Molano, sin dar detalles sobre la operación militar.
Otro rebelde, presentado como «alias Ernesto, el cabecilla político» del grupo, también murió en la ofensiva militar. «Esta operación desmantela de forma contundente a esta estructura de las disidencias de las FARC», aseguró el ministro.
La frontera colombo-venezolana es una de las zonas de mayor influencia de las disidencias de las FARC y el ELN, última guerrilla reconocida del país. Desde inicios de 2022, ambos grupos rebeldes se enfrentan a sangre y fuego por el control del territorio, que sirve como corredor del narcotráfico.
Entre enero y febrero, al menos 86 personas han muerto por esta disputa en Arauca, según la estatal Defensoría del pueblo (ombudsman).
En respuesta a esos choques, que también dejan miles de desplazamientos, Duque desplegó a unos 1.300 soldados adicionales a los más de 5.600 que ya operaban allí.
Sin un mando unificado, las disidencias suman unos 5.200 militantes repartidos en diferentes regiones del país, según la ONG Indepaz, y se financian principalmente del tráfico de drogas y la explotación ilegal de oro y otros minerales.
La mayoría (85%) son nuevos reclutas que nunca estuvieron en la extinta organización rebelde, según la misma fuente.
Colombia vive el peor rebrote de la violencia desde la firma de la paz en 2016, que redujo sensiblemente la cifras de muertos por el conflicto armado.
AFP.