La Policía Nacional arrestó en septiembre en Madrid, España, a Rafael Alfredo Sarría Díaz, un ciudadano venezolano acusado por Estados Unidos (EEUU) de ser el testaferro del número dos del régimen de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello. La detención se produjo en el marco de un conflicto familiar, pero el caso amenaza con abrir otro incendio para el Gobierno bolivariano en los tribunales españoles. El yerno de esta persona de confianza del régimen chavista avisa en su denuncia de que cuenta con “información confidencial” debido a la “cercanía” de su suegro con altos dirigentes de su país.
EEUU sigue la pista a su presunto testaferro Sarría desde al menos 2018. Apenas dos días antes de las elecciones presidenciales en Venezuela, el Departamento del Tesoro estadounidense adoptó nuevas sanciones contra Cabello, su entorno más directo y tres empresas relacionadas con Venezuela. Esta decisión afectaba también a su hermano José David, a su mujer, Marleny Josefina Contreras, y a Rafael Alfredo Sarría, por considerarle “testaferro” de la familia.
Las compañías señaladas son 11420 Corp., Noor Plantation Investments y Sai Advisors, todas ellas con sede en el estado norteamericano de Florida y vinculadas a Sarría. Washington explicó que con ello pretende atacar a “las figuras clave de la red corrupta de Cabello”, a la que ha acusado de narcotráfico, malversación y blanqueo de capitales. “El pueblo venezolano sufre por la corrupción política de quienes refuerzan su poder mientras se llenan los bolsillos”, sostuvo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Su detención en Madrid se produjo por un conflicto familiar. Los hechos ocurrieron el 30 de septiembre. Minutos después de las 13:00, una dotación de Policía de la comisaría de Fuencarral-El Pardo se personó en un domicilio, situado cerca del centro comercial La Vaguada. Habían sido alertados de una fuerte discusión entre dos hombres. Se trataba de Rafael Sarría, de 56 años de edad, y su yerno, de 30 años y también venezolano. Los detalles de la pelea quedaron recogidos en el atestado 1572/21 al que ha tenido acceso El Confidencial.
«Tengo conocimiento de muchos hechos e información confidenciales que, en caso de hacer públicos, causarían una gran alarma social», indicó Sarría.
Este incidente se investiga en dos juzgados. Por un lado, lo que tiene que ver con los presuntos malos tratos del yerno, y por otro, la denuncia presentada por este contra su suegro, Rafael Sarría, por amenazas y “maltrato de obra”. “Quiero poner en conocimiento que como consecuencia de mi matrimonio tengo conocimiento de muchos hechos e información confidenciales que, en caso de hacer públicos, causarían una gran alarma social por lo que doy absoluta credibilidad hacia mi persona y mi familia en Venezuela”, dice este joven.
El 24 de septiembre ya había acudido a la comisaría de Fuencarral-El Pardo para denunciar que su mujer se había ido de casa y se había llevado a su hija de seis años con ella sin su consentimiento. Alega que desde ese momento comenzaron las amenazas de su suegro contra él y su entorno.
Insiste en que posee “información confidencial, máxime cuando el denunciado tiene gran poder económico y político debido a su cercanía con el Gobierno imperante actualmente en Venezuela y es reclamado por las autoridades norteamericanas por hechos delictivos”.
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