Luego de que el FBI de los Estados Unidos confirmara que el piloto del avión iraní retenido en Ezeiza tiene contactos con el terrorismo, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, puso en duda la identidad del copiloto.
Aquino fue uno de los primeros funcionarios en elevar sospechas sobre el vuelo que llegó a la Argentina el lunes 6 de junio y sus ocupantes. Gracias a las investigaciones realizadas por su agencia, se pudo determinar que el capitán Gholamreza Ghasemi es CEO de Qeshm Fair Air, una aerolínea que tuvo participación directa en diversas actividades terroristas, y no un “homónimo” como se sospechaba en la Argentina.
“Sabemos que esta persona ha estado transportando armamento y tecnología a Siria, al sur del Líbano, y ahí entra Hezbolla. Serían como vuelos del terror”, amplió Aquino este lunes en diálogo con Eduardo Feinmann en radio Mitre.
Y se preguntó: “¿Quiénes son los demás miembros del Consejo Directivo de Qeshm Fair Air? Quizás nos encontramos con alguna sorpresa. ¿Quién es el copiloto del avión? ¿Es correcto su apellido? Porque sabemos que a veces le cambian una letra a su apellido”.
La frase alude a Mahdi Museli, copiloto del Boeing 747 de la empresa Emtrasur que está varado en Ezeiza. Museli al igual que el resto de la tripulación, integrada por 14 venezolanos y 5 iraníes, se alona en un hotel de Canning.
Aquino recomendó verificar las huellas dactilares de todos los integrantes del vuelo y chequear cuidadosamente si los tripulantes son quienes dicen ser.
El funcionario paraguayo informó además que pudieron verificar que la tripulación solía apagar el transponder del avión, otro dato que había sido negado por autoridades argentinas. El transponder es un sistema aeronáutico que transmite información en tiempo real sobre la identificación de la aeronave y su altitud. Los radares terrestres toman las respuestas emitidas por el transponder para determinar la posición geográfica de los aviones.
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