El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el papa Francisco se reunieron hoy en el Vaticano durante algo más de media hora, según confirmaron fuentes del Palacio de la Moncloa.
Durante su intervención que duró varios minutos ante la delegación española presidida por el jefe del Ejecutivo, el pontífice expresó que la labor de un gobernante tiene tres canales: “Hacer progresar el país, consolidar la nación y construir la patria”.
Mientras el Papa le expresó su «gran respeto por la vocación política», le recalcó a Sánchez que la patria se debe construir con todos.
“Es bastante trabajo, no es fácil, transmítalo a los miembros de su Parlamento, lo que piensa el papa de esto”, expresó el pontífice.
De igual forma, el papa le advirtió sobre el riesgo que enfrentan los países cuando “se apoderan” las ideologías.
“Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria”, manifestó.
A juicio del pontífice, la misión de los políticos “es una forma muy alta de la caridad y del amor”.
“No es cuestión de maniobras o de resolver casos, que todos los días llegan al escritorio de los políticos, sino de servicio”, señaló.
Como ya es costumbre entre las personas que visitan al papa, tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos y Sánchez entregó al pontífice argentino un facsímil del Libro de Horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
Esta reproducción, cuyo original manuscrito data del siglo XV, es un libro de rezo ilustrado para uso privado.
Mientras que Francisco obsequió a Sánchez un bajorrelieve en bronce dedicado al tema de la misericordia, la acogida y la fraternidad, en la que en segundo plano están representados una mujer con un niño en brazos entrando en la plaza de San Pedro y de fondo una barca con migrantes, mientras que en primer plano unas manos que se entrelazan.
El papa también regaló al presidente español la copia de sus siete documentos, encíclicas y exhortaciones apostólicas, publicados en sus siete años de pontificado, entre ellas la última “Fratelli Tutti”.
La delegación española estuvo compuesta por la embajadora ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, y miembros del equipo de Presidencia del Gobierno español.
El papa despidió a Sánchez y la delegación española con un mensaje de cariño. “Me gratifica mucho (la visita) y les pido por favor que recen por mí. Y los que no rezan porque no son creyentes al menos mándenme buena onda que me hace falta”, expresó.