El presidente de Perú, Pedro Castillo, se desprendió este martes del canciller Óscar Maúrtua y del ministro de Finanzas, Pedro Francke, al conformar un nuevo gabinete, el tercero en sus seis meses en el poder.
Castillo reorganizó su gobierno tras la sorpresiva dimisión de la jefa de gabinete, Mirtha Vásquez, por desacuerdos sobre ascensos en la policía, y designó como jefe de la diplomacia peruana al abogado César Landa Arroyo y como titular de Finanzas al economista Óscar Graham.
De primer ministro (jefe de gabinete) fue nombrado Héctor Valer Pinto, un abogado de 62 años elegido al Congreso en abril de 2021 por un partido de ultraderecha y separado de esa formación por exigir que se respetara el resultado del balotaje ganado por Castillo (mientras sus camaradas denunciaban un supuesto «fraude»).
La salida de Francke puede generar temores entre los empresarios, que temían un brusco giro al socialismo semejante a Venezuela con Castillo y se sintieron aliviados cuando éste lo designó al frente de las finanzas al asumir el mando, el 28 de julio de 2021.
Francke, de izquierda moderada, agradeció en Twitter a Castillo «por la oportunidad que me brindó de servir al Perú en julio del 2021, en medio de una coyuntura marcada por la pandemia y la necesidad de recuperar la dinámica económica y el empleo».
Graham, su sucesor, fue viceministro de Pequeñas y Medianas Empresas, y ha servido 11 años en el sector público, incluidos cinco en el Banco Central.
El nuevo canciller Landa Arroyo es un abogado y académico de 63 años, que fue juez del Tribunal Constitucional.
En el nuevo gabinete, de 19 miembros, hay cuatro mujeres, entre ellas la ministra de Minería, Alexandra Herrera, y Dina Boluarte, de Desarrollo Social, quien además es vicepresidenta de Perú. En el anterior eran cinco.
La juramentación del gabinete pasó casi inadvertida para buena parte de los peruanos, más preocupados por el partido entre Perú y Ecuador que cierra este martes la fecha del clasificatorio sudamericano al Mundial de Catar-2022.
Los seis meses de Castillo se han caracterizado por frecuentes pugnas internas en el gobierno y ataques de los sectores más radicales de la oposición derechista.
El maestro rural de Cajamarca (norte), de 52 años, llegó al poder tras derrotar a la derechista Keiko Fujimori tras una campaña que polarizó al país.
Para superar las pugnas por los ascensos en la policía, Castillo se desprendió del ministro Interior, Avelino Guillén, y del comandante de esa institución, general Javier Gallardo.
En Interior fue nombrado Alfonso Chávarry, un policía retirado de Cajamarca.
En total, Castillo cambió a 11 ministros y mantuvo a otros ocho.
AFP.