El embajador ruso en Washington se marchará el sábado, convocado por las autoridades rusas, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, declarara que pensaba que su homólogo Vladimir Putin era «un asesino».
«En reuniones en el ministerio ruso de Relaciones Exteriores y en otros organismos, se analizarán las maneras de corregir la relación ruso-estadounidense actualmente en crisis», escribió en su página en Facebook la embajada rusa en Estados Unidos.
Según la sede diplomática, las «declaraciones imprudentes de responsables estadounidenses corren el riesgo de provocar el colapso de relaciones ya de por sí conflictivas».
La diplomacia rusa explicó que había llamado a consultas a su embajador en Washington Anatoli Antonov después de las declaraciones de Biden.
El presidente estadounidense dijo que pensaba que Putin era un «asesino» y aseguró que «va a pagar» por la injerencia rusa en las elecciones norteamericanas de 2016 y 2020.
El Kremlin no reaccionó inmediatamente a estas afirmaciones. El hecho de llamar a consultas a su embajador es un hecho raro en la diplomacia rusa.
El presidente de la cámara baja rusa, Viacheslav Volodin, aseguró que Biden había «insultado» a todos los rusos y «atacado» a su país con estas declaraciones. Mientras que un vicepresidente de la cámara alta, Konstantín Kosachev, le pidió «explicaciones y disculpas».