El naufragio que cobró la vida de casi 30 migrantes venezolanos, que regresaban de Trinidad y Tobago, ha corrido el velo de una red de trata de órganos y personas, en la que estarían involucrados empresarios trinitarios.
De acuerdo con la Asociación Latina de Trinidad y Tobago, la trama sería la responsable del tráfico de individuos que, luego, son explotados mediante la prostitución. A través de ella también se realizaría la sustracción y la venta ilegal de órganos, así como trasiego de drogas y municiones.
Todo ello, señaló la Asociación, ocurriría ante la mirada apacible del Gobierno isleño. “El ingreso de migrantes ilegales a Trinidad se debe al desinterés de las autoridades de nuestro país de poner bajo la ley a quienes están trayendo migrantes por nuestras fronteras ilegalmente”, dijo David Edghill presidente y vocero de la Asociación Latina.