Este viernes, Yermi Santoyo, el padre del bebé que fue asesinado por la Guardia Costera en Trinidad y Tobago se pronunció ante la detención de su esposa, Darielvis Sarabia, tras ser dada de alta en el hospital, por las autoridades de esa nación.
«Solo Dios me da la fuerza», puntualizó, tras siete meses en el país que tomó la decisión de acabar con la vida de su hijo.
En respuesta a la periodista Carla Angola, solicitó apoyo a los otros países para promover los derechos humanos tanto en Trinidad y Tobago como en la región.
Sobre el pro qué continúa en Trinidad y Tobago, indicó que debido a las condiciones que se encuentra su pareja, prefiera quedarse, «hasta ver la posibilidad de que otro país quiera acogerme».
Asimismo, sentenció que la necesidad de la crisis venezolana lo «obligó» a tomar la decisión de luchar por su familia y a seguir adelante, pese a este altercado.
«Si tuviese un pasaporte me hubiese ido a otro país», alertó.
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