Abruptas interrupciones de los servicios de internet y bloqueos selectivos de páginas web: esas son dos de las prácticas usuales, aplicadas por el régimen de Nicolás Maduro, para censurar la libertad de expresión, opinión e información de los venezolanos.
Durante el pasado fin de semana, expertos analistas y portales especializados lograron identificar el bloqueo de una treintena de sitios digitales, de los cuales 13 pertenecen a distintos medios de comunicación de corte opositor.
Según lo indica la web VE Sin Filtro, lo sucedido durante el domingo 11 de octubre no fue más que la reactivación de bloqueos que habían dejado de funcionar, desde el 5 de abril del presente año. Esas acciones afectaron, incluso, a plataformas como SoudCloud y LiveStream.
Lo ocurrido de manera reciente parece ser la nueva arremetida de una narcotiranía que tiene vasta experiencia en la censura de medios digitales poco afines a sus intereses.
De hecho – y según indica un reporte del diario “El País” – la dictadura y sus prácticas hicieron que Venezuela resaltara, en 2019, como el país más activo del mundo en interrumpir servicios concretos de internet.
El trabajo, firmado por el periodista Jordi Pérez Colomé, señala que, en el transcurso del año pasado, la plataforma de monitoreo Netblocks detectó 40 bloqueos selectivos de plataformas de streaming y redes sociales.
Según Netblocks, 30% de esos bloqueos se registraron entre los convulsos meses de enero y febrero, luego de la juramentación de Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela.
Las acciones del régimen impidieron, sobre todo, el ingreso a Fcebook, Twitter, Instagram, YouTube e, incluso, las búsquedas en Google.
Todo ello se produjo con el objetivo de lograr que la ciudadanía no tuviese acceso a los mensajes o alocuciones de la Presidencia Encargada y de sus autoridades, o los emitidos por voceros de los países que apoyan la transición hacia la democracia.