Este 12 de octubre, el Comité de Derechos Humanos de la Guajira, se ha encargado de denunciar y repudiar la represión de los cuerpos de seguridad del Estado en contra de la gran nación Wayuu que manifestaba pacíficamente en el territorio ancestral de Paraguaipoa el pasado 7 de octubre de 2020, para exigir servicios públicos básicos como electricidad, agua, gas, transporte, alimentos.
Este 12 de octubre en la Guajira venezolana más que celebrar el pueblo indígena tiene mucho que lamentar y gritar a viva voz.
Muchos son los reclamos ante la indiferencia y negativa de las autoridades municipales y regionales a las necesidades de la población indígena Wayuu que subsiste precariamente en medio de la emergencia humanitaria compleja que se ha profundizado con la COVID-19 y que ha afectado a niños, ancianos y mujeres de la Guajira venezolana.
Según el comunicado difundido por el comité, las manifestaciones del pueblo Wayuu siempre han sido pacíficas.
Asimismo, recordó e hizo énfasis que a partir del 2 de octubre más de 70 comunidades estaban sin servicio eléctrico, con apagones de hasta de dos días seguidos; sumado a la imposibilidad en las telecomunicaciones por cuanto el servicio de telefonía de la empresa Movilnet, en manos del régimen, tiene más de seis meses sin funcionar en la subregión Guajira.
Por otro lado, la comunidad se ha visto imposibilitada para comprar camiones cisternas, tras la escasez de agua y tampoco les llega el gas doméstico.
Sumado a esto, la restricción de libre tránsito para ejercer sus actividades comerciales. Además, el incumplimiento en la entrega de alimentos del programa CLAP y la restricción para movilizarse a comedores alimentarios de la ONU en la frontera colombiana.
Tampoco cuentan con el abastecimiento de insumos y medicinas y denuncian la desidia en el que se encuentra el Hospital Binacional de Paraguaipoa.
Entre el comunicado, explica que “luego de solicitar a la Alcaldesa Indira Fernández hacer acto de presencia para dar respuestas y soluciones a la problemática social, la Alcaldesa incumpliendo su palabra no acudió al llamado del pueblo Wayú, sino que aparece la fuerza militar para reprimir y amedrentar a una población vejada y vulnerada en todos sus derechos”.
De igual forma, afirma que la Guardia Nacional Bolivariana disparó perdigones y bombas lacrimógenas en horas de la madrugada del pasado 7 de octubre, para dispersar la protesta pacífica que se estaban desarrollando desde el día 5 de octubre en la Troncal del Caribe.
El primer saldo fue de 17 indígenas Wayuu heridos, 3 privados de libertad, allanamientos sin orden judicial y un buen número de perseguidos por los cuerpos de seguridad del Estado a quienes les han allanado sus hogares sin orden judicial, lo que ha forzado su desplazamiento en búsqueda de salvaguardar su vida y su integridad personal ante la militarización impuesta en el territorio indígena de Paraguaipoa como respuesta gubernamental.
De hecho, especifican los activistas del comité que los tres indígenas Wayuu detenidos arbitrariamente por la GNB también fueron golpeados y heridos al momento de su ilegal detención.