Un estudio realizado por Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), ha dejado en evidencia a la dictadura de Nicolás Maduro. Según el régimen, las sanciones individuales y colectivas instauras por Estados Unidos y por la Unión Europea (UE) son las causantes de la crisis que mantiene a la economía venezolana en un desplome constante.
Sin embargo, la investigación de Sutherland, que evalúa la realidad de países que han sido penalizados y la contrasta con la situación de Venezuela, permitió concluir que las acciones de Washington y Bruselas no tienen un impacto real sobre los indicadores económicos o, cuando menos, sobre el salario mínimo percibido por los trabajadores.
Así las cosas, una nación como Irán, cuyo sector financiero ha sido golpeado por las sanciones surgidas a raíz de su programa nuclear, ha registrado un suelo mínimo que varió entre los 220 y los 260 dólares estadounidenses, en los últimos tres años. Cuba, por su parte, elevó su salario mínimo de 31 dólares a 42 dólares estadounidenses entre 2017 y 2020.
Durante ese mismo periodo, Venezuela ha experimentado una merma, que ha llevado el pago mínimo mensual de los trabajadores desde los 6,19 hasta los 3,54 dólares. Tal realidad, explicó Manuel Sutherland, no es la consecuencia de las acciones económicas y comerciales emprendidas contra Nicolás Maduro y contra su séquito de funcionarios. De acuerdo con su interpretación, la debacle venezolana es el resultado de la falta de políticas productivas y del exceso de rentismo petrolero.