Ricardo Cusanno, primer vicepresidente de Fedecámaras, destacó que desde 2017 el régimen venezolano aumenta el salario mínimo cada 45 días, porque se convierte en «sal y agua» y es el ejemplo del «fracaso de las políticas públicas» sobre la economía nacional.
«Existe ya una gran dificultad en las proveedurías de materias prima, y con este aumento salarial se viene a complicar más el flujo de caja. Esos controles excesivos y asfixiantes deterioran el sistema» expresó Cusanno en Noticias EVTV.
Desde Fedecámaras aclararon que no están en contra de los aumentos salariales, si toque aspiran «más coherencia en las medidas económicas» porque los aumentos salariales, según Cusanno «crean más ansiedad y zozobra».