La Fiscalía de Bolivia volvió a encontrar nuevos cargos contra la expresidenta interina, Jeanine Áñez; por lo que, se iniciará una investigación por genocidio, ante las masacres que se vivieron durante la crisis política y social de 2019, que dejaron 20 civiles fallecidos.
La investigación de lo ocurrido en la crisis de 2019 en Bolivia continúa avanzando. La Fiscalía admitió una nueva acusación contra Añez, entre los cargos están delitos de genocidio, lesiones graves y lesiones que provocaron la muerte de civiles en 2019, como consecuencia de disparos de bala.
Los sucesos tuvieron lugar en Sacaba, en el departamento de Cochabamba, el 15 de noviembre, y en Senkata, en la ciudad de El Alto, el 19 de noviembre. Allí murieron una veintena de personas en enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad.
El gobierno de Áñez había acusado a los manifestantes de haberse disparado entre ellos. Sin embargo, incluso la Defensoría del Pueblo había denunciado un uso excesivo de la fuerza.
Las acusaciones que pesan sobre Jeanine Áñez
La expresidenta interina lleva cuatro meses detenida en una cárcel de La Paz. Lo está por otro proceso en la que se le acusa de terrorismo, sedición y conspiración.
También podría enfrentar nuevos cargos. En el Parlamento hay proposiciones de acusación por varias iniciativas del Ejecutivo como un crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que no fue autorizado por el Legislativo, un decreto contra la libertad de expresión y la ampliación de la concesión del Servicio Público de Registro de Comercio.
Sin embargo, recientemente sus abogados habrían pedido su liberación, basándose en nuevas evidencias que la liberarían de haber participado en un supuesto ‘golpe de Estado’.