Florida, en el sureste de Estados Unidos, se convirtió en los últimos días en el estado del país con mayor número de casos diarios de covid-19, debido sobre todo a la variante Delta del coronavirus, más contagiosa, y a un relajo en las medidas de prevención.
El estado registró 10.454 casos diarios de media en los últimos siete días -el 22% del total en Estados Unidos- frente a los 1.839 que presentaba el 1 de julio, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Para Edwin Michael, profesor de Epidemiología en la Universidad del Sur de Florida, el repunte de los casos se debe, primero, «a la disminución de la vacunación, que deja a cerca del 25% de la población todavía expuesta a una transmisión viral».
El profesor señala, además, «una disminución de las medidas de mitigación social, incluida la más sencilla, el uso de mascarillas, así como la llegada y propagación de variantes más contagiosas, como la Delta, que surgió en India, y la Alpha, procedente de Reino Unido».
El cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, el principal portavoz del país en temas de salud pública, alertó la semana pasada sobre la situación en el estado. «El reto que tenemos en Florida, y en demasiados estados más, es que no tenemos tasas de vacunación suficientemente altas (…) Y la consecuencia es que el covid está propagándose muy rápidamente en esas poblaciones», dijo en una entrevista con diarios del grupo McClatchy.
En Florida, el 58,3% de los mayores de 18 años están totalmente vacunados contra la enfermedad, ligeramente por debajo del conjunto del país (60%), según los CDC.
Para Michael, el estado debería duplicar su tasa de vacunación actual para alcanzar a principios de septiembre la inmunidad de rebaño, que se logra cuando entre el 80 y el 85% de la población está protegida, ya sea con las vacunas o porque se contagió de forma natural.
En la última semana, hubo un aumento del 65% de las hospitalizaciones por covid-19 en Florida, según la Asociación de Hospitales estatal. El 95% de las personas afectadas no estaban vacunadas, indicaron las autoridades.
El repunte de la pandemia suscitó críticas por la gestión del gobernador, el republicano Ron DeSantis, que suspendió en mayo las medidas de distanciamiento social y la obligación de llevar mascarilla en lugares públicos.
Michael opina que «mensajes confusos desde el liderazgo estatal para justificar la reapertura antes de alcanzar la inmunidad de rebaño» contribuyeron a la crisis actual, e insta a retomar las medidas de distanciamiento social y el uso de tapabocas.
Tras restarle importancia a la pandemia durante meses, DeSantis animó a la población a vacunarse. «Esas vacunas salvan vidas», dijo la semana pasada en rueda de prensa.