Amado, idolatrado, criticado e incomprendido: esas son palabras que bien podrían definir a Diego Armando Maradona.
Hijo de Dalma Salvadora Franco y de Diego Maradona, “El Pelusa” nació el 30 de octubre de 1960. Fue el quinto de los ocho hijos que tuvo ese matrimonio. También fue el primer varón.
Oriundo de Villa Fiorito, una de las zonas más desprotegidas de la provincia de Buenos Aires, “Barrilete”, como también se le conocía, destacó desde muy pequeño por su amplio control del balón.
En 1969 se sumó a “Los Cebollitas”, la cantera de Argentinos Juniors y, más tarde, con tan sólo 15 años, debutó en primera división.
Diego fue figura en el fútbol profesional de su país, pero también en Europa. Tras cruzar el Atlántico, llegó a España y militó en el F.C. Barcelona.
Con todo, fue en Nápoles, al sur de Italia, donde Maradona construyó su reino. Allí se erigió como campeón y como goleador.
Su paso por el viejo continente culminó con el Sevilla, también en España. Sin embargo, ninguno de los lauros alcanzados en tierras europeas llegaron a igualar el campeonato mundial de la FIFA que “El Pelusa” consiguió, con la selección de su país, en 1986.
El brillo de Diego Maradona se opacó, de a poco, a causa de sus reiterados escándalos. Declaraciones poco políticas, peleas, violencia doméstica, señalamientos de abuso sexual y varios litigios le restaron méritos a sus logros dentro de las canchas.
Su comprobada adicción al alcohol y a las drogas, así como su filiación con los movimientos comunistas, también hicieron merma de su imagen.