El cementerio se encuentra en un acantilado a lo largo de la carretera que desde Recco llega al pueblo de Camogli, a unos veinte kilómetros de Génova, y es uno de los más evocadores y conocidos de la Riviera.
El camposanto se vio afectado por un corrimiento de tierras que ha provocado el hundimiento de una de sus áreas con columbarios. De este modo los nichos se hundieron decenas de metros hasta las rocas de la orilla y numerosos ataúdes han acabado en el mar.
Bomberos, equipos de buzos y botes de la Guardia Costera acudieron al lugar para asegurar la zona y recuperar los féretros, que deberán identificarse.
Según las narraciones de los trabajadores, el suelo empezó a vibrar y acto seguido ante sus propios ojos una parte del cementerio empezó a agrietarse y acabó hundiéndose hasta la playa.
El derrumbe habría sido causado por la erosión del acantilado debajo del área del cementerio, agravada con toda probabilidad por las violentas tormentas que han azotado a Liguria en los últimos años. De hecho, el episodio es una nueva muestra de la fragilidad del territorio de Liguria, una región afectada en los últimos años por inundaciones, deslizamientos y derrumbes cada vez más violentos.
Hasta estos momentos, la Guardia Costera ha informado que colocaron barreras en el mar para contener los materiales que terminaron en el agua y aún no se recuperaron. “De momento se han encontrado 10 ataúdes en el agua y no hay otros ataúdes por recuperar”.