La capital de Haití, Puerto Príncipe, experimentó el sábado la resaca de un período de violencia extrema, con intensos tiroteos en varias partes de la ciudad y un intento de ataque al Palacio Nacional. Las bandas armadas intentaron atacar el Palacio Nacional pero fueron repelidas por las fuerzas de seguridad, dejando varios muertos.
Aunque la población intentaba recuperar la normalidad en una jornada de aparente calma, se podían observar claramente las consecuencias de una noche de terror. Durante la noche, los grupos armados intentaron atacar instituciones como el Palacio Nacional y el Ministerio de Interior, así como comisarías u oficinas públicas, reseñó Monitoreamos en su sitio web.
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La urbe despertó entre cáscaras de proyectil y automóviles incinerados tras los sucesos de la noche anterior. En ese viernes tumultuoso, las plataformas digitales se inundaron con fotografías de gente corriendo, tratando de escapar de los tiroteos que estallaron en el corazón de la metrópoli.
A pesar de la prórroga del estado de emergencia por un mes y la extensión del toque de queda por cuatro días más en el departamento del Oeste, donde se sitúa Puerto Príncipe, la situación persiste.
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Continúa la incesante y desesperada búsqueda de refugio seguro. Se repiten las escenas de personas desplazándose de un lado a otro en busca de un resguardo, mientras mujeres llevan pesados bolsos sobre sus cabezas con todas sus posesiones, acompañadas de niños agarrados de la mano y bebés en brazos.