Los ministros de Relaciones Exteriores de las naciones que integran la Unión Europea (UE) se mostraron a favor de sancionar a los funcionarios rusos que están involucrados en el envenenamiento del líder opositor, Alexei Navalny.
La iniciativa de castigar a los presuntos responsables fue planteada, este lunes, por los cancilleres de Francia y Alemania, durante una cumbre celebrada en la ciudad de Luxemburgo.
Para Heiko Maas, titular de la cartera de Exteriores del Ejecutivo de Angela Merkel, la intoxicación de Navalny no puede “permanecer sin consecuencias”.
Se cree que las sanciones afecten, sobre todo, a integrantes del GRU ruso, un cuerpo de inteligencia que pertenece a las Fuerzas Armadas de la ex nación soviética.
Ellos podrían enfrentar una prohibición de entrada al territorio comunitario y, además, podrían ver congelados sus cuentas y activos, en suelo europeo.
Las penalizaciones no tendrán efecto inmediato. Su implementación tardará un tiempo, mientras los textos legales de rigor son elaborados y revisados por expertos de la UE.
Alexei Navalny resultó envenenado el pasado 20 de agosto, cuando se trasladaba, en avión, hacia la ciudad de Moscú. El dirigente fue llevado, poco después, hasta un centro asistencial de la ciudad siberiana de Omsk y, más tarde, hasta el Hospital Charité de Berlín. Allí permaneció hasta su completa recuperación.
Muestras de sangre y de orina de Navalny han revelado que el abogado fue intoxicado con Novichok, un poderoso agente neurotóxico, que fue fabricado en los tiempos de la extinta URSS.
Esa sustancia se encuentra dentro del listado de armas químicas vetadas por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).