La decisión de los gobiernos de Estados Unidos y México de extender a los migrantes venezolanos el uso de una medida sanitaria que permite expulsarlos de forma expedita “pone vidas en peligro y viola el derecho internacional”, afirmó este viernes Human Rights Watch (HRW).
La semana pasada los dos gobiernos anunciaron un nuevo trámite según el cual todos los venezolanos que crucen ilegalmente la frontera de México hacia EEUU serán expulsados al país latinoamericano sin la oportunidad de pedir asilo.
Simultáneamente, el gobierno estadounidense anunció un programa que permite que algunos venezolanos soliciten permiso para viajar a EEUU por avión si tienen familia ya en en ese país.
La organización de derechos humanos indicó en un comunicado que hasta el 18 de octubre 4.050 venezolanos habían sido devueltos a México en aplicación de esta medida, que cobró vigencia el 13 de octubre.
Antes de esa fecha ni EEUU ni México habían expulsado migrantes venezolanos porque a menudo Venezuela se rehúsa a aceptar los traslados por avión de los retornados.
Los venezolanos expulsados hacia México en días recientes han recibido visas válidas por solo unos días o documentos de las autoridades mexicanas que les ordenan dejar el país a través de la frontera con Guatemala, indicó HRW.
Con la decisión de extender a los venezolanos la aplicación del Título 42, el presidente de EE.UU., Joe Biden “de hecho castiga a los venezolanos que se han visto forzados a escapar de su país a pie, negándoles el derecho a solicitar asilo”, sostuvo Tyler Mattiace, investigador de HRW.
“El Gobierno intenta endulzar esta política abusiva con un programa de permisos humanitarios que benefician solo a unos pocos”, añadió.
La organización aseveró que “el gobierno de Biden debe restablecer el derecho a solicitar asilo para todas las personas que lleguen a la frontera de EE.UU. y México, sea cual sea su nacionalidad, medios financieros, vínculos familiares o documentos con los que viajan”.