El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos, ha actualizado la lista de los criminales más buscados por la justicia de ese país, donde aparecen dos venezolanos vinculados a la dictadura de Nicolás Maduro.
Uno de los señalados es Tareck El Aissami, quien en febrero de 2017 la oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos lo designó como narcotraficante especialmente designado (SDNT) de conformidad con la Ley Kingpin por desempeñar un papel importante en los narcóticos internacionales.
De acuerdo a la acusación en su contra, El Aissami facilitó los envíos de narcóticos desde Venezuela, para incluir control sobre aviones que partieron de una base aérea venezolana y rutas de drogas a través de los puertos de Venezuela. En sus puestos anteriores, supervisó o poseyó parcialmente envíos de narcóticos.
Raúl Gorrín es el segundo funcionario involucrado en actos criminales y acusado formalmente por la nación estadounidense en el 2017, con un cargo de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA). , un cargo de conspiración para cometer lavado de activos y nueve cargos de lavado de activos.
Según el reporte, la acusación formal alega que Gorrín Belisario pagó millones de dólares en sobornos a dos funcionarios venezolanos de alto nivel para asegurar los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables para el gobierno venezolano.
Además de enviar dinero a los funcionarios y para ellos, el acusado presuntamente compró y pagó los gastos relacionados con jets privados, yates, casas, caballos campeones, relojes de alta gama y una línea de moda. Para ocultar los pagos de sobornos, Gorrín Belisario realizó pagos a través de múltiples empresas fantasmas. Gorrín Belisario presuntamente se asoció con otros sujetos para adquirir Banco Peravia, un banco en la República Dominicana para lavar sobornos pagados a funcionarios venezolanos y ganancias del esquema.
Con información de ICE