Rafael Darío Ramírez Carreño fue, por 10 años, el hombre fuerte de la importante empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), bajo la sombra de Hugo Chávez, a quien complació en los caprichos económicos del entonces presidente de la República, para garantizarse su permanencia en la industria. El deterioro de la poderosa PDVSA fue inminente, a la par que le permitió a un grupo de hombres apropiarse de millonarios recursos, extorsionar, recibir comisiones (coimas) de contratos y después radicarse en países como España. RR reta abiertamente a Nicolás Maduro, se lanza a la presidencia de la República y ha alimentado el camino con ex funcionarios del chavimo, dentro y fuera del país.
El cáncer y la prematura muerte de Chávez aceleraron los planes de Ramírez Carreño para mantenerse en el poder, más aún cuando el sucesor en la revolución fue Nicolás Maduro Moros, quien apenas tomó la presidencia pretendió sustituir a RR del control de la estatal petrolera, consciente que era la más poderosa fuente de riqueza económica del Estado. Como muchos otros que se consideraban herederos del poder en la revolución, Ramírez se negaba a abandonar el control de la empresa petrolera, se atrincheró en PDVSA por unos pocos meses, hasta que no tuvo más opción, en septiembre 2014, que aceptar a regañadientes ir a la Cancillería por tres meses y de ahí a la representación de Venezuela en Naciones Unidas.
Investigados o presos
En Estados Unidos y en España, dos sendas investigaciones han ido quitando las capas de un entramado gigantesco de corrupción, que los tribunales en España llaman El Equipo Administrativo, en la que saltan a borbotones hombres del equipo de Rafael Ramírez en PDVSA, quienes esperan que tome el poder en Venezuela.
España ha encontrado algunos hilos entretejidos entre quienes se apropiaron de millonarios recursos venezolanos; algunos se declararon culpables, negociaron con las fiscalías en ambos países, después que les han descubierto sumas millonarias en cuentas en paraísos fiscales.
Rafael Ramírez va capitalizando apoyos políticos de figuras de la revolución bolivariana con nostalgia por regresar al poder que disfrutaron en la era Chávez, incluso creó una relación muy cernana con María Gabriela, hija menor de Chávez.
RR cuenta con apoyos de chavistas que ya no están en el país, pero también con otros activados dentro de Venezuela, algunos de los llamados “los verdaderos hijos de Chávez” o “chavistas originarios”, pero que no hablan abiertamente de su relación con Ramírez, nombre asociado con la destrucción de la industria petrolera.
La familia y los amigos
Ramírez Carreño se caracterizó por dos vertientes de poder: familiares y hombres en cargos diversos. En el primero, aparece su esposa, la abogada Beatrice Danieal Sansó de Ramírez, quien fungió como gerente general de PDVSA La Estancia, y después en la Fundación Simón Bolívar, en la empresa Citgo Petroleum Corporation.
También, su suegra, la ex magistrada Hildegard Rondón de Sansó y su cuñado, Baldo Sansó, fueron parte activa en PDVSA; ella más que él como asesor de la empresa petrolera. Pero en esas figuras familiares entra Diego Antonio Salazar Carreño, primo hermano muy querido de RR e hijo de un hombre de izquierda muy humilde.
En la Unidad de Información Financiera de Andorra, surge el nombre de Diego Salazar, favorecido en la época de RR, con la póliza contrato de seguros y reaseguros en la estatal, pasando de ser un discreto asesor de seguros a un millonario con gustos muy caros, a quien la Fiscalía venezolana ordena detener el 01 de febrero 2017, manifestando que su riqueza no proviene solo de los seguros sino de usar a PDVSA para el lavado de dinero, como señalaron las investigaciones del caso Andorra; Salazar Carreño y su esposa Rosycela Díaz Gil, aparecen en la lista de 28 personas de PDVSA procesadas por presunto blanqueo de capitales, del 2007 al 2012.
Según el Ministerio Público lograban blanquear dinero a través de unas 30 empresas y sociedades de paraísos fiscales como Suiza y Belice, creando un velo empresarial, cuyos dineros llegaban a Andorra. En el caso de Diego Salazar habría usado más de 100 empresas de maletín para sacarle a PDVSA dos mil millones de euros. De ahí el Ministerio Público lo relaciona con sus primos José Enrique Luongo y Rafael Ramírez Carreño.
Diego Salazar está detenido en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), donde goza de privilegios, según relata un funcionario de ese organismo a Infobae. “Dieguito ofreció un montón de dinero para que le permitieran fugarse, pero los custodios no se atrevieron por temor a las represalias. Después no sé quién le permitió remodelar un área, con materiales que trajeron; la celda la convirtió en un pequeño departamento, con dormitorio, baño y sala anexa, con objetos de lujo. Ahí incluso recibe a chicas de compañía”.
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