Tras la decisión del Departamento de Estado de Estados Unidos de elevar a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura del dictador Nicolás Maduro. Se conoció que esta medida amplió una retribución previa de 15 millones de dólares impuesta desde 2020, cuando se le acusó de narcoterrorismo y corrupción.
De acuerdo con Infobae, el incremento en la recompensa estaría relacionado con un informe de la Fiscalía de Estados Unidos y el Distrito Sur de Nueva York, que detalla delitos graves atribuidos a Maduro, entre ellos tráfico de drogas, corrupción y asociación con el grupo guerrillero colombiano Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
#EsNoticia | 🇻🇪⛓️ Maduro estaría vinculado a actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas, según EE.UU.
📌 De acuerdo a investigaciones de la Fiscalía de EE.UU. y la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, el dictador Nicolás Maduro, estaría vinculado al tráfico… pic.twitter.com/ToxMtelRs7
— EVTV (@EVTVMiami) January 13, 2025
Según el documento, se señala una relación entre el Cartel de los Soles, liderado presuntamente por Maduro, y las FARC, quienes habrían intercambiado cargamentos de cocaína por armamento militar. Geoffrey S. Berman, fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, destacó en 2020 que esta asociación representa una red de narcoterrorismo activa desde hace dos décadas.
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Entre los acusados figuran, además de Maduro, Diosdado Cabello, Hugo Armando Carvajal, Cliver Alcalá, y líderes guerrilleros como Luciano Marín, alias Iván Márquez, y Seuxis Hernández, alias Jesús Santrich.
El informe detalla que desde 1999, las FARC trasladaron parte de sus operaciones a Venezuela bajo la protección del Cartel de los Soles. Este grupo guerrillero recibió armamento militar a cambio de cocaína y proporcionó entrenamiento para milicias no autorizadas que operaban en favor del cartel.
En 2015, según la justicia estadounidense, Diosdado Cabello habría entregado personalmente armamento a las FARC en una base militar venezolana como pago parcial por los cargamentos de cocaína. Asimismo, se indica que en 2003 el cartel pagó 300.000 dólares a Jesús Santrich para establecer un campamento en Apure, donde procesaban la droga.
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Los registros del Departamento de Estado también revelan que, para 2010, al menos 75 vuelos no autorizados vinculados al narcotráfico cruzaron el espacio aéreo de Honduras desde Venezuela. Este corredor, conocido como el «puente aéreo», era clave para transportar drogas procesadas en por el régimen hacia Estados Unidos.