El recién electo presidente de Guatemala, César Bernardo Arévalo, denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre presuntos planes de parte de «agentes estatales e individuos particulares» que buscarían atentar contra su vida.
En este sentido, su equipo de seguridad alertó de una información «preocupante» del plan llamado «Colosio» que, según fuentes de instituciones estatales, quieren acabar con Arévalo.
Los detalles del supuesto plan surgió el pasado 4 de julio y fue corroborado antes del 15 de agosto. Ni el partido ni las autoridades electas se han pronunciado sobre las amenazas a su vida e integridad.
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Ante esto, la CIDH otorgó medidas cautelares para Arévalo y su llave Karin Herra Aguilar, «tras considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Guatemala”.
Caber acotar que, los reportes que el equipo de Arévalo transmitió a la CIDH y por los que ese organismo le otorgó protección, refieren que el Ministerio Público tuvo conocimiento de un supuesto plan de un ataque de estas pandillas.
Y es que, el sábado previo a las elecciones, cuatro fiscales se reunieron con Arévalo y Herra para indicarle que tenían “información privilegiada” relacionada con pandillas que “podían poner en riesgo la vida e integridad física” del ganador de las elecciones, por lo que consideraron oportuno informarle para que se tomaran “las medidas de seguridad que considere pertinentes”.
Además de informar al equipo de seguridad, los fiscales también dieron aviso a la Dirección General de la Policía Nacional Civil.