El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, visitó este miércoles zonas rebeldes del noroeste de Siria devastadas por el terremoto del 6 de febrero, constató un periodista de AFP.
Se trata de la primera visita de un alto cargo de la ONU a estas zonas desde el sismo que dejó más de 50.000 muertos en Turquía y Siria.
El director general de la OMS pasó por el puesto fronterizo de Bab al Hawa con Turquía, donde fue el epicentro del terremoto.
El funcionario visitó tres hospitales y un centro de acogida para los supervivientes de la tragedia, cerca de la frontera turca.
Una delegación de Naciones Unidas entró en esas zonas el 14 de febrero para evaluar la situación. Socorristas y activistas sociales han criticado la lentitud de la llegada de la ayuda internacional.
El jefe de la OMS visitó el 11 de febrero la ciudad de Alepo (norte), controlada por el gobierno sirio, en la primera visita de un alto funcionario de Naciones Unidas a Siria tras el terremoto.
Al día siguiente se reunió con el presidente sirio Bashar al Asad en Damasco.
La guerra civil, que lleva casi 12 años, ha deteriorado la mayor parte de las infraestructuras sanitarias de Siria, en particular en las zonas rebeldes, donde el terremoto dejó 4.500 de las más de 6.000 víctimas mortales en ese país.
AFP