Para el asesor especial del presidente de los Estados Unidos y director para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, Juan González, la oposición venezolana han ido estableciendo «una estructura» que conduzca a «negociaciones serias» con el régimen de Nicolás Maduro tras los recientes encuentro de la Alianza Democrática y funcionarios de Washington.
González, de nacionalidad colombiana, destaca que los líderes de la oposición venezolana como frente unido se reunieran con la administración Biden antes de su primera ronda de negociaciones organizada por Noruega, reporta este domingo el Miami Herald.
De acuerdo con el medio, al principio la estrategia preliminar parecía consistir en diseñar una estructura para las conversaciones que podría desencadenar concesiones de cada lado, pero los funcionarios de la administración Biden sostienen que debe existir una arquitectura diplomática antes de comenzar a hablar sobre el alivio de las sanciones de Estados Unidos para Venezuela.
«Han planteado lo que es un proceso de duración determinada, en fases, que conducen a pasos claros y concretos que son irreversibles y que conducen a una mayor apertura democrática del país”, dijo González. «Y en base a eso, (la oposición) señaló su apertura al levantamiento de las sanciones».
«Esa es nuestra política», dijo González. «Nosotros. La política va a responder a pasos concretos que demuestren la seriedad de esa dirección», enfatizó.
El colombiano y la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, participaron en una serie de reuniones con figuras de la oposición la semana pasada.
Durante la administración de Obama, Sherman dirigió las negociaciones de EE.UU. con Irán sobre su programa nuclear, una serie de negociaciones altamente estructuradas que duraron más de dos años, con varias fases y plazos distintos, reseña el Miami Herald.
Pero las conversaciones entre Maduro y el líder de la oposición de venezolana, Juan Guaidó, el líder de la oposición respaldado por EE.UU., enfrentan un conjunto único de desafíos. El tiempo corre para el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015, cuyo mandato como presidente interino llega a su fin a finales de año.
Según el medio, las conversaciones con Maduro son una propuesta muy impopular en Venezuela, ya que el régimen ha utilizado tradicionalmente la diplomacia para ganar tiempo y disipar la creciente oposición. Mientras que el equipo de Guaidó tiene poca influencia a su disposición para entrar en las conversaciones con un régimen que ha solidificado lenta pero constantemente su control del poder en Caracas.
Las sanciones de EE.UU. contra la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, así como las sanciones individuales contra miembros de alto rango del régimen, son las pocas armas que quedan en el arsenal de la debilitada oposición.
Los líderes de la oposición se reunieron esta semana con legisladores clave, así como con el Departamento de Estado, el Tesoro y funcionarios de la Casa Blanca, con la esperanza de aclarar qué influencia les ofrecería la administración al ingresar a las conversaciones.
«Yo diría que la influencia que tiene el equipo de Guaidó, y el frente de oposición más amplio, es Estados Unidos, y el hecho de que Estados Unidos, pero también la comunidad internacional, está al lado de los venezolanos que quieren un futuro democrático», dijo González al Miami Herald.
Si bien González enfatizó que el alivio de las sanciones solo seguiría a acciones concretas de Maduro, sugirió que la presión adicional sobre el gobierno de Maduro podría servir como palanca para la oposición a medida que avanzan las conversaciones.
“Estamos muy enfocados en expandir el consenso internacional a favor de elecciones libres y justas”, dijo González. “Ese cambio de enfoque por parte de la administración ha pasado de una pequeña lista de países clave que se han puesto del lado de Estados Unidos en Venezuela a un grupo mucho más amplio, que incluye a toda la Unión Europea, respaldando expectativas claras sobre lo que debe ser el camino a seguir en Venezuela», sentenció.
Con información del Miami Herald.