Este martes 16 de abril, Donald Trump compareció nuevamente ante un tribunal de Nueva York y seis jurados prestaron juramento para formar parte del juicio penal.
Los seis jurados prestaron juramento en horas de la tarde y se les pidió que regresaran el lunes, la información fue compartida por Cbsnews.
Para estar listos para el juicio deben elegirse al menos seis jueces más y se requieren otra media docena de suplentes.
Hasta los momentos, 80 personas han sido excusadas desde que comenzaron los interrogatorios, algunas aseguraron que no podían ser imparciales al decidir un caso de Trump y otras fueron despedidos por sus respuestas a preguntas sobre política.
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Es el primero de los cuatro casos penales de Trump que llega a juicio, y podría ser el único en el que se emita un veredicto antes de que los votantes decidan en noviembre si el presunto candidato presidencial republicano debe regresar a la Casa Blanca. Este hecho coloca los problemas legales de Trump en el centro de la acalorada contienda contra el presidente Joe Biden, donde Trump se retrata a sí mismo como víctima de un sistema judicial con motivaciones políticas que intenta impedirle otro mandato.
Trump ha afirmado ser inocente de 34 cargos graves de manipulación de registros comerciales como parte de un supuesto intento por evitar la divulgación de relatos lascivos (que él considera falsos) sobre su vida sexual durante su campaña de 2016. El lunes, Trump calificó el caso presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, como una «estafa» y una «caza de brujas».
Los cargos se focalizan en los 130,000 dólares en pagos que la empresa de Trump efectuó a su ex abogado, Michael Cohen quien hizo esos pagos en nombre de Trump para evitar la divulgación de afirmaciones de la actriz porno Stormy Daniels sobre un presunto encuentro sexual con Trump una década atrás. Trump ha rechazado rotundamente la afirmación de que dicho encuentro sexual haya tenido lugar.
Los fiscales alegan que los pagos a Cohen fueron registrados falsamente como honorarios legales. Han descrito esta acción como parte de un plan para silenciar historias perjudiciales que Trump temía que pudieran favorecer a su oponente en la carrera presidencial de 2016, especialmente porque en ese momento la reputación de Trump se veía afectada por comentarios controvertidos sobre las mujeres.
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Trump ha admitido haber reembolsado a Cohen por el pago y ha afirmado que este fue diseñado para evitar que Daniels hiciera público el supuesto encuentro. Sin embargo, Trump ha mantenido previamente que el pago no estaba relacionado con la campaña.