El juez federal de San Francisco, Charles Breyer, declaró ilegal el despliegue de la Guardia Nacional de California en Los Ángeles.
Asimismo, ordenó a la administración Trump devolver el control de la Guardia Nacional de California al gobernador Gavin Newsom.
Breyer manifestó sentirse preocupado por la insinuación de que “protestar contra el gobierno federal, una libertad civil fundamental protegida por la Primera Enmienda, pueda justificar un fallo de rebelión”.
«Tampoco hay pruebas de que ninguno de los manifestantes violentos intentara derrocar al gobierno en su conjunto; las pruebas son abrumadoras de que los manifestantes se reunieron para protestar por un único asunto: las redadas de inmigración”, subrayó.
Este fallo se produjo unos días después de que el presidente Donald Trump desplegó 4.000 miembros de la Guardia Nacional para frenar las protestas contra el ICE en Los Ángeles.
El gobernador Gavin Newsom, a través de X, calificó la decisión del juez como una victoria.
«El tribunal acaba de confirmar lo que todos sabemos: el ejército debe estar en el campo de batalla, no en las calles de nuestras ciudades. Esta victoria no es sólo para California, sino para la nación», escribió.
A su parecer, este fallo representa «un freno a un hombre cuyas tendencias autoritarias aumentan día a día».