La justicia bolivana ha levantado la orden de arresto que pesaba en contra del ex presidente de ese país, Evo Morales. La decisión la comunicó, este lunes, Jorge Quino, presidente del Tribunal Departamental de Justicia con sede en La Paz.
A la hora de sustentar la medida, Quino explicó que la orden de arresto contra Morales fue emitida vulnerando sus derechos, “particularmente el derecho a la defensa, debido a que no se citó debidamente al ex presidente”.
En diciembre de 2019, el Ministerio Público de Bolivia solicitó la detención del ex mandatario, a quien imputó los supuestos delitos de “sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo”.
En las semanas previas a la presentación de cargos, Evo Morales pidió, a sus seguidores, rebelarse contra el supuesto golpe de Estado que se fraguó en su contra y que llevó a la ahora ex presidente interina, Jeanine Áñez, al poder.
Las manifestaciones registradas luego de su llamado provocaron la muerte de más de 30 personas. Sin embargo, el ex jefe de Estado calificó la orden de captura como una acción “injusta, ilegal e inconstitucional”.
Morales, quien renunció a la Presidencia de su país en noviembre de 2019, en medio de denuncias de fraude electoral, permanece asilado en Argentina, un país que lo recibió tras una breve estancia en México.
Después de pasar un año en el exilio – y a una semana de la elección, como presidente, de su delfín, Luis Arce – el ex gobernante prepara su regreso a suelo boliviano.
De acuerdo con declaraciones concedidas por el ex mandatario a la agencia de noticias AFP, la fecha de su retorno será fijada por la Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.