En la búsqueda del voto latino, cuando las encuestas revelan que los hispanos se inclinan más por el presidente Donald Trump, la senadora y candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó este jueves a Florida, donde escogió la ciudad del Doral y Miami Gardens para su recorrido.
Harris se detuvo, al inicio de la gira, en un restaurante venezolano -Mercadito Amaize Latin Flavours Arepas- en donde aprovechó la hora del almuerzo para acercarse a las mesas y «saludar» a los clientes, la mayoría venezolanos.
Dentro del lugar, la candidata aprovechó para tomarse algunos selfies y conversar amenamente con los comensales, mientras que a las afueras del local, decenas de partidarios del presidente Trump protestaban alegando que Harris era sinónimo del comunismo y el socialismo.
En otro punto del recorrido, otro grupo de partidarios se concentró con pancartas y música para rechazar la presencia de la representante del partido demócrata.
Durante el encuentro Harris trato de hablar español con algunos clientes del lugar, pero no le fue muy bien.