Tras los pagos recibidos de un empresario mexicano por el rey emérito Juan Carlos I, la Fiscalía Anticorrupción investiga si se esconde por esto una comisión por la intermediación en algún negocio no declarado a Hacienda, según fuentes consultadas.
Unas cuentas con movimientos sospechosos alertaron a principios del 2019 al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales.
Un coronel del Ejército del Aire habría estado durante años haciendo pagos a miembros de la familia real, entre los que aparecían el rey emérito y nietos de este.
De esta forma, el departamento Anticorrupción inició una investigación por este hecho.
Uno de sus primeros pasos fue escuchar al coronel, poniéndole ya sobre la pista de las sospechas. De ahí, se fue tras el dinero de sus cuentas y se descubrió que estas, y en particular una de ellas, se habrían nutrido de fondos inyectados por el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.
Por esta relación fue que los investigadores sospecharon que el dinero que se ingresaba por parte del mexicano, podía ser una forma de pago de una comisión por alguna intermediación por parte del rey emérito Juan Carlos I.
Un listado de movimientos bancarios, fueron parte de la investigación que se estaba siguiendo en secreto y que fueron entregados a Fiscalía.
Entre los gastos aparecía alguna compra a nombre de la reina Sofía, esposa de Juan Carlos I, según explican estas mismas fuentes.
Los gastos que se han realizado estos últimos años son múltiples pero de poca cuantía, como clases de actividades o vuelos, entre otros pagos.
Por eso, a la Fiscalía le está costando seguir adelante con la investigación, ya que los gastos efectuados no alcanzan la cuota defraudada de 120.000 euros anuales.
Sin embargo, si se logra hallar la conexión entre los ingresos del mexicano y el pago de una comisión al emérito, podría llegar a ser un delito fiscal.
Al ser pagos producidos después del 2014, cuando el rey abdicó y, por tanto, perdió la condición de inviolabilidad, y no haber sido declarados al fisco sí podría perseguirse a Juan Carlos I por algún delito fiscal, aunque las fuentes consultadas ven todavía lejos este extremo.
Pequeños pagos
Los gastos efectuados no alcanzan la cuota defraudada de 120.000 euros anuales
Por otro lado, el delito de blanqueo de capitales estaría, por lo menos por ahora, descartado porque los gastos analizados no serían un intento de introducir el dinero en el circuito legal sino el agotamiento del delito. Entre las pesquisas realizadas hasta ahora destaca la remisión de diversas comisiones rogatorias, entre ellas al Reino Unido para localizar al empresario mexicano y poder tomarle declaración.
A pesar de esto, la investigación por el momento queda totalmente paralizada, el pasado martes, ElDiario.es destapara las diligencias que se llevaban desde hace más de un año con sigilo en Anticorrupción, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, decidió sacar las pesquisas de la Fiscalía que dirige Alejandro Luzón para dejarlas en manos del fiscal del Tribunal Supremo Juan Ignacio Campos, que investiga ya otra operativa sospechosa del emérito, por una presunta comisión del AVE a La Meca y que se cree que pudiera tener algún tipo de relación con un regalo recibido por el rey saudí de 65 millones de euros. Campos creará un nuevo equipo para iniciar sus propias investigaciones a raiz de la información que envió el Sepblac.