Menos de una semana después de haber pasado una noche en el hospital, la reina Isabel II reanudó sus actividades oficiales el martes concediendo videoaudiencias a nuevos embajadores en el Reino Unido.
Desde el castillo de Windsor, a unos 40 km de Londres -su principal lugar de residencia en la actualidad-, la reina se entrevistó por videoconferencia con los embajadores de Corea del Sur, Gunn Kim, y de Suiza, Markus Leitner, para recibir sus credenciales, según el Palacio de Buckingham.
La soberana, de 95 años, apareció sonriente luciendo un vestido amarillo frente a sus huéspedes, que se encontraban en Buckingham, en el corazón de Londres.
Se trata de su primera aparición pública desde el 19 de octubre y sobre todo desde que canceló una visita a Irlanda del Norte al día siguiente, después de que sus médicos le recomendaran descansar.
La reina pasó la noche del miércoles en el hospital, después de someterse a exámenes «preliminares». El hecho de que Buckingham revelara la hospitalización tardíamente, la primera desde 2013, había suscitado interrogantes y críticas sobre la falta de transparencia por parte del palacio.
Se espera que la soberana asista a la conferencia de la ONU sobre el clima de la COP26 a principios de la próxima semana en Glasgow, Escocia. En los últimos tiempos, la familia real se ha desplazado en numerosas ocasiones por temas relacionados con el medio ambiente.
– Ni ginebra ni martini –
Monarca desde hace casi 70 años, la reina, que debe celebrar el año próximo su jubileo de platino, sigue mostrando un buen estado físico y psíquico en público. En los últimos tiempos participó casi a diario en compromisos oficiales. No obstante, recientemente fue vista caminando con un bastón.
Una fuente cercana a la soberana, citada por el Sunday Times, reconoció que Isabel II está «agotada» debido a su cargada agenda y a las largas noches frente a la televisión.
Según el periódico, renunció por consejo médico a su ginebra y Dubonnet del almuerzo y a su martini de la tarde. Poseedora del récord de longevidad en la historia de la monarquía británica, la reina sigue siendo una personalidad muy querida en el Reino Unido y en el mundo.
Es alabada por haber sabido preservar la monarquía a pesar de las grandes transformaciones sufridas por el Reino Unido, entre ellos el Brexit, y a las numerosas crisis, como la muerte de la princesa Diana en 1997.
Más recientemente, la rotunda retirada de la monarquía de su nieto, el príncipe Enrique, y de su esposa Meghan -que se fueron a California- y las acusaciones de agresiones sexuales contra su hijo Andrés, sacudieron la institución.
A pesar de las constantes especulaciones sobre la posibilidad de un retiro, especialmente después de la muerte en abril de su esposo Felipe, a los 99 años, Isabel II, jefa de Estado de 16 naciones, mantiene una agenda cargada.
Sin embargo, ya no viaja al extranjero, donde se hace representar por su hijo el príncipe Carlos, de 72 años, mucho menos popular entre los británicos que la reina o que el príncipe Guillermo.
AFP