Bochornosas ha sido las recientes declaraciones del expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, desde la ciudad de Sao Paulo en Brasil, al intentar vincular el flujo masivo de venezolanos que huyen del país como una causa de las sanciones económicas impuestas a funcionarios del régimen venezolano por el gobierno de los Estados Unidos.
“Como siempre ocurre con las sanciones económicas que producen un bloqueo financiero, quien, en definitiva, en última instancia, lo paga no es el Gobierno, sino los ciudadanos, es el pueblo. Esto debería dar lugar a una cierta reflexión” y “consideración”, dijo Zapatero en una entrevista a una agencia extranjera de noticias luego de su participación en un foro en la ciudad brasileña.
El político español celebró “la solidaridad” de los once países latinoamericanos que se reunieron en Quito a principios de este mes para “coordinar acciones y que, por supuesto, los principios de los derechos humanos, de la asistencia social, se cumplan”.
Según Zapatero a esos encuentros aún falta invitar a los representantes del gobierno de Venezuela ya que él considera que “difícilmente se podrá ordenar, si es que ese es el objetivo: ordenar racionalmente y ayudar a toda esa población que sale, incluso alguna que vuelve”, si no hay “diálogo” con el país donde se desarrolla el éxodo.
Al paso han salidos innumerables miembros de la oposición venezolana, como la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, quien ha dicho en su cuenta twitter, que Zapatero es un cínico.